Persiste el temor a practicarse la prueba del VIH

  02 Diciembre 2017    Leído: 872
Persiste el temor a practicarse la prueba del VIH
La falta de información sobre el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) hace que, casi 40 años después de su aparición, muchas personas sigan teniendo temor de realizarse la prueba, dijo a Sputnik la especialista puertorriqueña Marinilda Rivera Díaz en el marco del Día Internacional de Lucha contra el Sida.
La falta de información y educación se refleja en la poca relevancia o temor que las personas en general tienen para realizarse la prueba del VIH, "y en aquellas que una vez dan con un diagnóstico positivo, presentan múltiples preocupaciones o temores para iniciar o mantenerse en tratamiento", contó Rivera Díaz, trabajadora social e investigadora del Grupo de Trabajo CLACSO "Salud Internacional y Soberanía Sanitaria".

A casi cuarenta años de la aparición del VIH, el problema de acceso a información y a la educación sigue siendo un obstáculo.
Las experiencias de estigma y discriminación "que enfrentan las poblaciones que viven con VIH en diversos espacios, como la familia, el trabajo y el lugar de estudio, grupos o clubes sociales, servicios de salud t servicios psicosociales", son el reflejo de esta problemática, según la investigadora.

Algunas de las causas de que la epidemia persista en América Latina son la falta de acceso a información correcta y el hecho de que las campañas educativas no se dirijan a la población general, en lugar de focalizarlas en grupos de "alto riesgo".

En la región latinoamericana "las relaciones de opresión y desigualdad de género controlan socialmente la sexualidad de las personas", abundó.

Múltiples investigaciones en países de la región han evidenciado que el estigma hacia el VIH/sida tiene repercusiones en las condiciones de vida de las personas afectadas.

Rivera Díaz observó que las instituciones de salud han realizado múltiples campañas dirigidas a grupos que desde los inicios de la epidemia fueron considerados "de alto riesgo", pero ignoraron la importancia de educar a la población general sobre prevención y estigmas.

"Ello ha creado un imaginario social en torno a quién es esa persona que vive con VIH cuando la realidad es que todos y todas podríamos estar expuestos", reflexionó la docente de la Universidad de Puerto Rico.

Además, se debe tener en cuenta que en Latinoamericana y el Caribe "permea un discurso patriarcal que pone en condición de desigualdad a las mujeres en torno a tomar decisiones sobre su sexualidad y esto se refleja en las estadísticas" sobre VIH, observó.

En 2015 en el Caribe las mujeres representaron un 35% del total de nuevas infecciones en personas adultas, y en el grupo de 15 a 24 años fueron el 46%.

Migraciones y VIH

Rivera Díaz señaló que "la desigualdad ha arropado a los países más pobres de la región, propiciando procesos migratorios forzados y si bien se establecen políticas internacionales y entre fronteras para propiciar el desarrollo económico, no se actúa de igual manera para promover el bienestar humano".
Tal es el caso de EEUU, donde las políticas migratorias y de salud "afectan discriminadamente a las poblaciones de inmigrantes", sostuvo.

"Existen leyes como la "Ryan White" que permite que un inmigrante, independientemente de su estatus migratorio, que viva con VIH, pueda recibir tratamiento antirretroviral y sin embargo, no tiene derecho a contar con un servicio de salud", comentó la especialista.

Acceso a tratamientos

Según cifras de la agencia de las Naciones Unidas para el VIH/sida, Onusida, solo un 53% de las personas que viven con VIH accede a tratamientos.

La Organización Mundial de la Salud y Onusida señalan además que el VIH/sida sigue siendo uno de los más grandes problemas de salud pública del mundo, especialmente en los países empobrecidos o de ingresos medianos.
"Ciertamente aunque el acceso al tratamiento con antirretrovirales permite a las personas seropositivas vivir más tiempo y en mejor estado de salud, solo el 53% de los 36,7 millones de personas que viven con VIH recibieron tratamiento antirretroviral en 2016, a nivel mundial", contó Rivera Díaz.

En el caso de su país, Puerto Rico, del total de la población mayor de 18 años diagnosticada con VIH, el 71% recibió tratamiento.

VIH y violencia hacia las mujeres

Entre los errores que están cometiendo los gobiernos de la región para que la epidemia no cese, la especialista destaca los pocos fondos destinados a la prevención, la falta de reconocimiento del papel que juega la desigualdad que viven las mujeres y niñas y el escaso acceso a servicios de salud pública e integral con enfoques preventivos.

Diversas investigaciones han evidenciado que la violencia contra mujeres y niñas aumenta su riesgo de contraer VIH.
Debido a que aún las mujeres son llamadas a "a atender el espacio de la familia, y anteponer su salud por su familia y con sus cuerpos y sexualidades históricamente determinadas y bajo el control de los hombres, el sentido de culpa y responsabilidad por tener VIH, será una razón adicional que se sumará para no allegarse a servicios de tratamientos ni a otros servicios psicosociales", concluyó la experta.

En 2016 hubo 1,8 millones de nuevas infecciones por VIH en todo el mundo. Sputnik

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