El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica hoy "El empleo de las personas con discapacidad. Año 2016", que refleja un aumento de 1,3 puntos más que en 2015 de esa tasa de actividad o porcentaje de personas que trabajan o quieren hacerlo en relación con el total de la población en edad legal de trabajar.
El número de personas de entre 16 y 64 años -en edad de trabajar-, residentes en hogares familiares y con discapacidad oficialmente reconocida fue de 1.840.700, el 6,1 por ciento de la población española en edad laboral.
La tasa de paro para el colectivo fue del 28,6 % en 2016, con un descenso de 2,4 puntos respecto al año anterior, 9,1 puntos superior a la de la población sin discapacidad.
Según la estadística, la tasa de empleo de las personas con discapacidad fue del 25,1 %, con un aumento de 1,7 puntos respecto a 2015.
La mayoría de los trabajadores con discapacidad eran asalariados, tenían contrato indefinido, jornada completa y desempeñaban su actividad en el sector servicios.
En concreto, el 88 % eran asalariados y, de estos, el 76,2 % tenía contrato indefinido. De las 462.000 personas con discapacidad trabajando, 267.000 eran hombres y 194.500 mujeres.
El 28,9 % de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social tenía algún tipo de bonificación en las cotizaciones, lo que supuso 0,1 puntos más que en 2015.
El porcentaje de asalariados con la modalidad de contrato específico de discapacidad se situó en el 28,7 %.
Por comunidades, las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad se dieron en Madrid (43,6 %), Castilla-La Mancha (43,3 %) y en las ciudades autónomas de Ceuta Y Melilla (50,8 %).
Las menores tasas de actividad se registraron en Galicia (27,8 %), Andalucía y La Rioja (30,5 % en ambas).
El INE destaca mayor incidencia del desempleo en la población más joven, mientras que las mayores tasas de actividad se dieron en el grupo de 25 a 44 años.
En cuanto a las ramas de actividad, los ocupados con discapacidad tenían mayor representación en actividades sanitarias y de servicios sociales, así como en actividades administrativas y servicios auxiliares y en industrias extractivas y manufacturera.
Las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (61,3 %) y las que tenían deficiencia mental, las menores (27,7 %).
En la comparativa respecto a 2015, destaca los incrementos de tasas de actividad de los grupos asociados al sistema neuromuscular e intelectual, mientras que descienden los de trastorno mental y otros.
En la población activa con discapacidad se observó en 2016 mayor porcentaje de hombres, más peso del grupo de 45 a 64 años y menos representación de las personas con estudios superiores, que en la población activa sin discapacidad.
También había mayor porcentaje de hombres con discapacidad en paro, en el mismo tramo de edad anterior y con estudios primarios en comparación con los parados sin discapacidad. EFE
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