En RT hemos querido analizar esa repercusión en el caso concreto de España, y para ello hemos buscado la opinión y el punto de vista de diversos historiadores y estudiosos del tema.
En los orígenes de la Guerra Civil española
El profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) e historiador Juan Avilés Farré, en un ensayo titulado, precisamente, 'El impacto de la revolución rusa en España, 1917-1922', —publicado a su vez en el libro 'La política exterior de España en el siglo XX'—, señala inicialmente que "España no quedó al margen de la oleada de entusiasmo por Rusia que se extendió por los medios obreros e intelectuales de toda Europa", y destaca que la experiencia rusa en ese entorno "durante unos años, especialmente de 1919 a 1921", fue "ampliamente debatida".
En ese sentido, este profesor explica que la Revolución de Octubre "contribuyó a que se difundiera en los medios conservadores y liberales españoles la convicción de que para prevenir el contagio revolucionario eran necesarias medidas de reforma social", e indica que "también provocó un difuso temor que serviría de caldo de cultivo para las tendencias autoritarias".
Mientras tanto, también hubo, en palabras de Avilés, "un sector de la opinión pública española que se sintió atraído por el radicalismo del nuevo foco revolucionario que brillaba en la lejana Rusia". Se trataba de "intelectuales, periodistas y políticos de izquierda" que "aspiraban a derrocar el régimen monárquico para establecer una república radical". El conflicto, al parecer, empezaba a perfilarse.
El autor del ensayo indica que la fase más importante de la influencia de la revolución rusa en España "se dio en los años 30, cuando la admiración por la Rusia soviética renació en las filas de la izquierda española, muy especialmente en las del PSOE, y constituyó un factor no desdeñable en el proceso de radicalización de este partido, que le llevó desde el apoyo a la República de 1931 hasta el ensueño de una revolución soviética a la española, con [el sindicalista y político marxista] Largo Caballero en el papel de Lenin".
Finalmente, Juan Avilés argumenta que "puesto que a su vez el espectro ruso contribuyó al creciente autoritarismo de la derecha española, la conclusión final es que el impacto de la revolución rusa constituye un precedente sin el cual no se pueden comprender los orígenes de la Guerra Civil española".
España tuvo su propio 1917
Para seguir profundizando en la comprensión del impacto y la huella política posterior que dejó la Revolución de Octubre en España, en RT hemos querido hablar con Fernando Hernández, historiador y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
Cuando le pedimos ayuda para comprender la repercusión de la Revolución de Octubre en España, nos señala que "hay que tener en cuenta que, en aquel momento, España estaba desarrollando su propio 1917, que fue la huelga revolucionaria de agosto de aquel año, probablemente el momento en que se manifiesta la crisis del sistema de la Restauración, el viejo sistema de alternancia entre liberales y conservadores". Hernández explica que fue una crisis propiciada por varios factores, "sobre todo por la mayor presencia de una burguesía urbana en las grandes ciudades industrializadas, de la burguesía periférica vasca y catalana, el movimiento obrero, etcétera".
España, tal como explica este historiador, era entonces un terreno político y social abonado para el florecimiento de las tendencias revolucionarias: "Evidentemente, en ese contexto, la llegada de las noticias, primero de la Revolución de Febrero y luego de la de Octubre, va a suponer una agitación aún mayor, que además va a establecer la posibilidad de que en un país que también era una monarquía atrasada, con rasgos feudales, parecida en ese sentido a la rusa, aunque con unas dimensiones geográficas mucho más pequeñas, pudiese tener lugar un cambio radical de esa trascendencia".
El 'trienio bolchevique' español
"De hecho —continúa el profesor—, a los años siguientes, los que van del 1918 o 1919 hasta 1921, se les conocerá como 'el trienio bolchevique', porque la influencia de las noticias que llegaban de la revolución rusa, que todavía eran muy confusas, a algunas zonas de España en las que el movimiento protorrevolucionario eran muy potente, por ejemplo Andalucía, supuso la extensión de importantes huelgas campesinas en los latifundios, que llevaron a una percepción, por parte de las clases terratenientes, de que se estaba fraguando algo muy similar".
"En ese sentido —concluye—, la influencia sincrónica de la Revolución de Octubre en España es muy importante".
Guerra Civil, resistencia a la dictadura y evolución del Partido Comunista
Fernando Hernández coincide con el anteriormente citado Juan Avilés en que "fundamentalmente, la mayor influencia [de la Revolución de Octubre en España] se va a percibir durante los años 30".
Sin embargo, nos pone en antecedentes: "Antes, en 1920, se produce la escisión de los comunistas del viejo Partido Socialista; esa escisión, en el caso de España, al contrario que en otros países como Francia o Italia, fue muy minoritaria: el Partido Comunista Español fue casi un grupúsculo ultraperiférico durante por lo menos los años 20 y hasta la mitad de los años 30".
"Pero posteriormente —continúa—, cuando se implante la línea de los frentes populares contra el fascismo, a partir de 1935, la influencia del Partido Comunista Español, que se reclama heredero de la Revolución de Octubre, va a ser bastante fuerte, al menos durante los años de la guerra —en los que participaron incluso en el Gobierno— y luego durante los años de la clandestinidad [ya en la dictadura franquista (1939-1975)] alimentando con el mito de Octubre y aquellas fuerzas que lo animaban al principal partido de la resistencia contra la dictadura, al menos hasta el principio de los años 70".
Como hemos podido constatar en nuestras consultas a expertos historiadores, la huella de la Revolución de Octubre en España es clara y profunda. No solo marcó de manera inmediata los acontecimientos en las primeras décadas del siglo XX, sino que precipitó la deriva hacia la Guerra Civil y ejerció una influencia ideológica que cambió definitivamente la correlación de fuerzas en el tablero político español.
David Romero
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