De cada 100 pelos que tenemos, entre un 12 y un 15 por ciento, están en fase de recambio, de manera que se tarda, alrededor de cuatro años, en renovar completamente la cabellera, según estudios de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Ocho de cada 10 personas que acuden al dermatólogo por una caída súbita de cabello no responde a ninguna enfermedad, “solo están asustadas por quedarse calvas”, según la AEDV.
Estrés, dietas mal equilibradas, enfermedades, cirugías, algunos medicamentos o los cambios de estación, pueden provocar una caída del cabello mayor de lo habitual.
Tal y como señala la doctora Ariadna Ortiz Brugués, dermatóloga del Hospital Santa Caterina de Girona, una alimentación adecuada en vitaminas y minerales ayuda “a un buen crecimiento y funcionamiento del folículo piloso”. Por el contrario, una dieta desequilibrada “puede provocar una caída del cabello mayor de lo habitual”.
No hay que descuidar la ingesta de hierro y zinc en la alimentación
La experta incide en la importancia de “no descuidar la ingesta de hierro” a través de legumbres, espinacas y acelgas, cereales integrales, vísceras y carne, yema de huevo, mariscos de concha, anchoas, sardinas y boquerones, pistachos, uva y mango.
El zinc, presente en carnes y pescados es “imprescindible” para el crecimiento del pelo; califica de “muy importantes” las vitaminas A y B y propone “evitar” hábitos alimenticios basados en hidratos de carbono y azúcares.
Por otra parte, tanto el calor como el frío “pueden alterar” el cuero cabelludo y el cabello, “por lo que es importante tratarlo con productos adecuados para evitar una caída reaccional en otoño y primavera”, indica.
Minimizar la caída estacional
Los tratamientos actuales pueden “minimizar” la caída estacional, pero la constancia es “esencial” para obtener resultados satisfactorios, advierte.
La también directora médica de los laboratorios Pierre Fabre Dermocosmética asegura que el karité es un “excelente regenerador celular” que aporta “un gran número” de beneficios gracias a su rica composición en vitaminas y minerales.
Otro aspecto para lograr minimizar la caída del cabello en otoño es la microestimulación
La dermatóloga explica que existen productos creados específicamente para cada problema: “René Furterer cuenta con una gama para cabellos secos que ofrece una nutrición intensa mientras que los laboratorios dermatológicos Ducray apuestan por Nutricerat, que proporciona hidratación y nutrición al cabello”.
Otro aspecto para lograr minimizar la caída del cabello en otoño es la microestimulación, que facilita el aporte de elementos nutritivos y estimulantes “claves para favorecer la fuerza y vitalidad del cabello”, según Ortiz.
Activos vegetal
Los laboratorios Klorane, “expertos en principios activos vegetales”, que tratan con queratina y quinina, “potenciadores” de la microcirculación y resistencia del cabello, han innovado con un programa capilar basado en la nutricosmética, que “combate la falta de nutrientes”, relacionados con los cambios de estación, hormonales o el estrés.
La nutricosmética complementa la dieta con vitaminas, minerales y otros componentes necesarios para el cabello, pero, según la Dra. Ortiz, “debe combinarse con hábitos saludables y cuidados capilares externos”, por lo que recomienda apostar por productos “que dispongan de garantía de los profesionales de la salud”.
“El cabello debe lavarse según las necesidades de cada persona”, comenta la doctora Ortiz que rompe un mito
La especialista indica que “la caída del cabello no suele responder a alteraciones hormonales, pero sí que es importante su incidencia si existen factores asociados”, como la menopausia y el post-parto, dos etapas muy comunes de pérdida de cabello al contar con bajos niveles de estrógenos, explica.
Sin embargo, los andrógenos sí propician una pérdida progresiva del cabello, “pues tienen una acción sobre la hiperseborrea en el folículo piloso, lo que favorece la caída”.
La nutricosmética “debe combinarse con hábitos saludables y cuidados capilares externos
La longitud del cabello no incide en su caída, pero hay que tener en cuenta “que la duración del ciclo piloso es de dos a tres años en los hombres, y de cuatro a seis años en mujeres”.
Ortiz rompe uno de los mitos relacionados sobre el efecto del número de lavados en la caída capilar. “El cabello debe lavarse según las necesidades de cada persona”, sentencia.
Lo ideal es “utilizar champús que regulen los niveles de grasa para evitar que se produzca un exceso y el folículo piloso se asfixie, dando lugar a que el cabello no pueda respirar, alimentarse y conlleve a su caída”, concluye. EFE
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