Se señala que en 2016, durante su estancia en el extranjero el detenido fue reclutado por los emisarios de la organización terrorista y fue enviado a Siria para pasar entrenamiento.
Después el joven regresó a Kirguistán para formar grupos clandestinos en el país.
Según el documento, durante la detención los agentes confiscaron una escopeta recortada Izh-58-20m.
De momento, en Siria e Irak en filas de los grupos terroristas internacionales luchan más de 500 ciudadanos de Kirguistán, incluidos menores.
El año pasado el Ministerio del Interior kirguís detectó más de 200 reclutamientos de los ciudadanos de este país para participar en los combates en el extranjero.
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