Un equipo científico internacional, liderado por Sebastian Beck Jorgensen, de la empresa farmacéutica danesa Novo Nordisk, llevó a cabo un experimento con ratones divididos en dos grupos. Al primer grupo de animales les quitaron los receptores GFRAL. Luego, ambos grupos de ratones fueron alimentados con comida rica en grasas durante 16 semanas. En la segunda parte del experimento, se les inyectó a los ratones la proteína GDF15. Al terminar, los científicos llegaron a la conclusión de que los animales que no tenían receptores GFRAL no perdieron peso, mientras que los animales del otro grupo perdieron hasta 10 gramos. A su vez, los investigadores de la empresa estadounidense Eli Lilly & Company llegaron a la misma conclusión.
Por su parte, la compañía Janssen BioTherapeutics, de San Diego, realizó un experimento similar en monos, utilizando una versión más potente de la proteína GDF15, que permaneció en la sangre de los animales durante 4 semanas. Como resultado, los monos perdieron el 4% de su peso.
Los investigadores creen que esta proteína se podrá usar como parte de un tratamiento contra la obesidad. No obstante, subrayaron que todavía es imposible saber exactamente si provoca náuseas.
"Como no se puede preguntar a los animales de cómo se sienten, existe el riesgo de que este medicamento cause náuseas", explicó Richard Palmiter, de la Universidad de Washington en Seattle.
Etiquetas: #proteina #alimentacion #dieta