Gracias a las observaciones mediante telescopios PanSTARRS y otros instrumentos, los astrónomos descubrieron que este asteroide orbitaba alrededor del Sol a la misma distancia que Júpiter, pero justo en la dirección contraria.
Además, se verificó que la órbita retrógrada no es algo único de este asteroide, ya que de los 726.000 que se conocen hasta ahora, 82 se desplazan de esta forma.
El BZ509 es un caso especialmente inusual debido a que comparte órbita con un gran planeta que se ha mantenido estable desde hace millones de años.
"En lugar de ser expulsado por Júpiter, el asteroide se mantiene de una forma que garantiza su estabilidad debido a la resonancia coorbital", explica Morais, citada por The Daily Mail.
Cada seis años, el asteroide se cruza con Júpiter pero, debido a esta resonancia —consistente en la interacción de dos cuerpos celestes-, nunca se aproximan a menos de 176 millones de km el uno del otro.
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