Quien lo iba a decir. Los poco más de un millón de electores que viven en la provincia de A Coruña tienen el privilegio de estar peleando con Madrid y con Barcelona por convertirse en la demarcación donde más caro sale conseguir un diputado. En la circunscripción gallega se necesitan hasta 135.932 apoyos para lograr un escaño, por los 136.828 de la madrileña y los 133.267 de la catalana, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las tres citadas provincias son, junto a Valencia (129.732), Pontevedra (128.744), Sevilla (127.649) y Asturias (122.853), los sitios más caros a la hora de repartir diputados. En Madrid (36) y en Barcelona (31) es donde más escaños se reparten en toda España. La demarcación madrileña y catalana son también las más pobladas con 4.925.835 y 4.131.297 habitantes, respectivamente. Caso más peculiar es el de A Coruña, donde 1.087.463 escogen a únicamente 8 representantes en el Congreso.
En el otro lado de la balanza se sitúan Teruel (36.459) y Soria (38.397), las provincias donde alcanzar el objetivo de un representante en las Cortes es más barato. En la primera de estas dos demarcaciones, 109.378 personas con derecho a voto se distribuyen tres escaños y, en el segundo caso, 76.794 habitantes tienen derecho a dos diputados.
Es evidente, claro está, que estas son las cifras necesarias hipotéticamente si acuden a las urnas todas las personas con derecho a voto. En todo caso, habrá que esperar hasta conocer los datos de participación el 26J para saber el coste exacto de un representante en el Congreso por cada provincia. La abstención y el factor corrector de la Ley de Hont rebajarán esos listones de votos.
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