En realidad, el apagón ha pasado inadverido para gran parte de la población, ya que solo el 23% de los 45 millones de habitantes de Kenia tiene acceso a la electricidad, según informa la CNN, que cita al Banco Mundial.
El animal salvaje, muy común en el país africano, se subió al techo de la planta de Gitaru, situada sobre el río Tana a unos 160 kilómetros al norte de la capital, Nairobi, y cayó sobre un transformador, lo que hizo que se activara. Al ponerse en marcha, se sobrecargaron otras máquinas de la planta, lo que provocó una pérdida de 180 megavatios de energía que desencadenó "un apagón a escala nacional".
"El sistema ya ha sido restaurado y todas las unidades de generadores de energía están funcionando normalmente", añade en su nota KenGen. El corte ha durado unas cuatro horas y la energía se ha recuperado en la mayor parte del país, entre ellas la Región Costera, Kenia Occidental, el Rift Norte y Sur y Nairobi Sur", según ha informado el diario local The Standard.
"Las estaciones de KenGen están protegidas por vallas electrificadas que mantienen alejados a los animales salvajes", explica la compañía, que sostiene que se trata de "un incidente aislado" y que está buscando maneras de mejorar la seguridad en sus plantas.
La central hidroeléctrica de Gitaru es la más grande por capacidad instalada y genera la quinta parte de la electricidad de Kenia, con una capacidad máxima de 225 megavatios. Por su parte, KenGen es el mayor generador de electricidad del país, al proporcionar alrededor del 80% de la energía consumida en esta nación del este de África.
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