"Hablemos de la depresión" es la consigna de la campaña de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para alertar de la enfermedad considerada como "la principal causa de discapacidad" en el mundo. En el marco del Día Mundial de la Salud, celebrado el 7 de abril, el organismo quiere concientizar a la población sobre el impacto de este trastorno mental que afecta a más de 300 millones de personas.
"Es un tema bastante complejo porque es mucho más que estar triste. Es un estado emocional que implica falta de interés, abatimiento, cambios de humores bruscos, irritabilidad, falta de entusiasmo. Aparecen alteraciones respecto al sueño, ya sea por el exceso de sueño o la pérdida del mismo, también se altera el apetito de la misma forma. Hay sentimiento de culpa repetitivo, muchos pensamientos rumiantes, esos que una y otra vez vuelven a aparecer en nuestra conciencia, como estar obsesionado por un tema y rebuscarse una y otra vez sobre lo mismo. Hay una sensación de desesperanza de que el futuro es negro. Empiezan a sentir que nada vale la pena y, en casos extremos, tenemos pensamientos suicidas", explicó al programa radial de Sputnik 'En Órbita' la psicóloga Mariana Alvez.

De acuerdo con la OMS, el suicidio es la segunda mayor causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, con una incidencia de 800.000 casos de muerte por año. Además, la depresión contribuye a la propensión a enfermarse por otros factores. Otros datos del organismo señalan que el problema afecta más a las mujeres.


​"Hay un rol muy importante del pesimismo que juega en todo esto porque comienza a generar estas sensaciones de culpa, de que nada lo que hace está bien, hay mucho auto rechazo, una imagen de sí mismo negativa, les cuesta confiar a los demás, empiezan a sabotearse muchísimo también", agregó Alvez.

La experta en psicología positiva resaltó que se trata de una "patología muy silenciosa", lo que dificulta su diagnóstico. A su juicio, cuando la persona se da cuenta de que hay un problema, ya está "está inmersa en la depresión".
"Tiene que ser un estado que se repita durante unos cuantos meses para que se pueda dar un diagnóstico", remarcó la psicóloga uruguaya. "Y una cosa importante de la depresión es que es multicausal. Usualmente se mezclan factores biológicos, como puede ser una alteración en los niveles de dopamina y serotonina, o factores emocionales, que pueden surgir de un hecho como una ruptura amorosa, un despido, un duelo. Pero a veces también son cosas en que no hay demasiados factores desencadenantes sino que se trata de algo más endógeno", añadió.

En su informe de concientización, la OMS señaló también que más de la mitad de las personas que sufren con la depresión no se tratan, y que el índice puede llegar a más del 90% de los afectados en algunos países, a pesar de haber tratamientos eficaces para el trastorno. Por ello, la necesidad de identificar el problema y evitar su impacto en la productividad cotidiana, con consecuencias en las "actividades laborales, escolares y familiares".
Para Alvez, el entorno de una persona puede ayudar a diagnosticar la depresión a partir de "señales de retraimiento". "Esas personas que ya no participan de las reuniones sociales como antes… Otra cosa es cómo habla, o sea, qué dice, cómo está viendo su realidad. ¿Siempre se está quejando? ¿Siempre tiene un problema? Incluso la postura corporal puede cambiar. Las personas deprimidas tienden a encorvarse más o no mirar a la cara a los demás. Son señales sutiles a las que podemos estar atentos. Si vivís con la persona eso se percibe de forma más obvia, que no tiene ganas de nada, un pesimismo exacerbado", ejemplificó.

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