Las indagaciones comenzaron en febrero y tras varios meses de pesquisas y vigilancias, los agentes dieron el alto a un camión que había sido cargado en las naves sospechosas. Tras descargar el camión, en la última fila de palés los agentes hallaron unos cajones de madera de grandes dimensiones donde se había escondido la droga. La droga estaba repartida en 69 bultos, serigrafiados con distintas nomenclaturas, que contenía 2.200 kilos de polen de hachís. Sobre ellos, cajas y cajas de acelgas, envueltas en filme transparente en un supuesto intento de darle hermeticidad y esquivar los controles policiales.
Las pesquisas han conducido a los investigadores hasta supuesto líder de la organización, que residía en Requena (Valencia), y al que se le atribuyen "grandes conocimientos" en el sector del transporte. El máximo responsable de la organización tiene antecedentes policiales y judiciales en Francia y España vinculado al tráfico de hachís. Los investigadores creen que el líder se encargaba de planificar el traslado de la droga, oculta en camiones frigoríficos de verduras y hortalizas, y que elegía para los traslados los momentos en los que los vehículos podían pasar por la frontera con más facilidad.
Entre los arrestados se encuentra la esposa del líder, un socio que supuestamente le proporcionaba sociedades para camuflar su actividad delictiva y otros integrantes que se encargaban del transporte de los camiones hasta Francia.
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