Las formaciones lacustres vertieron sus aguas en el mar de Amundsen, en la Antártida occidental. Se trata del mayor flujo de salida de agua en esta región del continente.
El hallazgo está ayudando a los científicos a entender mejor qué está pasando por debajo de la superficie del hielo y la rapidez con que los glaciares fluyen hacia el océano. La comprensión de los movimientos de estos glaciares es fundamental para predecir el comportamiento de los hielos y analizar cómo afecta al nivel de las aguas marinas.
Thwaites y su vecino Pine Island son los glaciares que desaparecen más rápidamente en la capa de hielo de la Antártida Occidental. A pesar de la enorme capa de hielo de dos kilómetros de espesor que los cubre en algunas zonas, gran parte de su suelo se encuentra muy por debajo del nivel del mar. Esto los hace particularmente vulnerables.
La investigación científica también confirma las estimaciones que el glaciar Thwaites acabará en el océano dentro de entre 200 y 900 años.
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