Entre los puntos clave de su intervención, viceministro Mammadov subrayó los avances alcanzados el año anterior en el proceso de normalización entre Azerbaiyán y Armenia. «El año pasado, Azerbaiyán y Armenia, a través de discusiones bilaterales directas, hicieron progresos significativos, particularmente en la preparación de un acuerdo de paz bilateral, así como en la delimitación y demarcación de la frontera estatal. En la fase actual, esperamos que Armenia, mediante enmiendas constitucionales, elimine el principal obstáculo en el proceso de normalización, renunciando legalmente a sus reclamaciones territoriales contra Azerbaiyán», indicó.
El viceministro también abordó la cuestión de la rehabilitación post-conflicto, resaltando que esta implica la eliminación de las consecuencias negativas del conflicto, lo que incluye llevar ante la justicia a los sospechosos de crímenes. “Esto no es solo un derecho de Azerbaiyán, sino también una obligación según el derecho internacional de llevar ante la justicia a los presuntos criminales de guerra. Hemos garantizado y seguiremos garantizando todos los derechos procesales de los acusados, basados en las normas internacionales pertinentes. Estos esfuerzos servirán a la justicia”, afirmó E.Mammadov.
Uno de los temas más críticos, según viceministro azerbaiyano, es la situación de los aproximadamente 4.000 ciudadanos azerbaiyanos desaparecidos durante el conflicto. “Es de gran importancia aclarar la suerte de estos ciudadanos y poner fin al largo sufrimiento de sus familias. Pedimos a los organismos y mecanismos pertinentes de la ONU que den prioridad a esta cuestión en su agenda y exijan la plena cooperación de Armenia para esclarecer la suerte y el paradero de estas personas”, indicó.
El viceministro también subrayó otro tema clave: el retorno seguro y digno de más de 250.000 azerbaiyanos expulsados de Armenia en los primeros años del conflicto. «Se les privó de sus hogares como consecuencia de una clara violación de la legislación internacional sobre derechos humanos. Lamentablemente, los llamamientos de la Comunidad de Azerbaiyán Occidental, la antigua minoría nacional más numerosa de Armenia, para entablar un diálogo que facilite su regreso pacífico, siguen siendo ignorados», señaló E.Mammadov. Añadió que el Gobierno de Armenia malinterpreta deliberadamente estos esfuerzos como una reivindicación territorial por parte de Azerbaiyán, lo que constituye una preocupación para su país, que debe ser considerada por los mecanismos de la ONU.
A continuación, viceministro de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán destacó las iniciativas de reconstrucción emprendidas por Azerbaiyán en las zonas liberadas del conflicto. “Azerbaiyán está llevando a cabo obras de reconstrucción a gran escala para garantizar los derechos de los desplazados internos azerbaiyanos. Ya hemos preparado y estamos aplicando el Programa del Gran Retorno, como resultado del cual varios cientos de familias han regresado a sus hogares”, concluyó el viceministro.
“Por desgracia, la importante contaminación de los territorios azerbaiyanos por minas y otros artefactos explosivos sigue siendo un obstáculo importante para la continuación con éxito de nuestra labor de reconstrucción. Desde que terminó el conflicto en 2020, alrededor de 400 azerbaiyanos, incluidos civiles, han sido víctimas de las minas”, expresó E.Mammadov, destacando el impacto devastador de este problema para las comunidades locales.
El viceministro reiteró el llamamiento de Azerbaiyán para aumentar el apoyo internacional a las actividades de desminado humanitario, con el fin de eliminar el impacto negativo de las minas y garantizar la protección de los derechos humanos. También subrayó la importancia de apoyar la rehabilitación de las víctimas de las minas, quienes continúan enfrentando las consecuencias físicas y emocionales de este peligro persistente.
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