El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán, Aykhan Hajizada, hizo estas declaraciones al comentar las recientes afirmaciones del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, en una entrevista concedida a la televisión pública de Armenia. Hajizada señaló que las declaraciones vertidas por el primer ministro armenio el 25 de enero, en las que se afirmaba que se había utilizado sustancias psicotrópicas contra los representantes del régimen separatista con el fin de provocar una escalada regional, carecen de todo fundamento y son completamente ridículas: “Los derechos y obligaciones de los acusados están plenamente garantizados y explicados; todo el juicio y los testimonios están grabados. Las acusaciones de malos tratos a prisioneros en Azerbaiyán han sido investigadas de manera independiente, incluso por el Comité Internacional de la Cruz Roja, y se ha establecido que dichas acusaciones son falsas”.
Está claro que tal declaración por parte de Armenia refleja la preocupación de sus dirigentes políticos ante el juicio en curso de los acusados de crímenes de guerra, a quienes Armenia apoyó abiertamente en su momento por todos los medios para continuar con su agresión y política hostil contra Azerbaiyán.
Nadie ha olvidado que el primer ministro de Armenia, que afirma haber reconocido supuestamente la integridad territorial de Azerbaiyán, promovió el régimen títere que mantenía en nuestros territorios y felicitó al régimen separatista por su supuesta “independencia” el 2 de septiembre de 2023, unas semanas antes de que sus representantes fueran llevados ante la justicia por Azerbaiyán.
La responsabilidad estatal de Armenia como país ocupante y agresor, así como varios de sus actos ilegales, son hechos irrefutables. Por lo tanto, llevar ante la justicia a los acusados de estos actos es una causa justa que no puede ser desacreditada por manipulaciones políticas.
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