"Con el telón de fondo de la indiferencia de la Unión Europea ante la agresión armada de Armenia contra los territorios soberanos de Azerbaiyán durante más de 30 años, así como su negación a condenar el hecho de que más de un millón de azerbaiyanos se hayan convertido en desplazados internos y refugiados y la política de limpieza étnica y crímenes contra la humanidad dirigidos contra los azerbaiyanos, el aparente apoyo de esta organización hacia Armenia y su retórica amenazante contra Azerbaiyán son claros ejemplos de su política sesgada y su doble rasero. Como han demostrado las políticas hipócritas del Servicio Europeo de Acción Exterior en estas y otras regiones, esta organización ha sido víctima de sus propias acciones erróneas.
Al mismo tiempo, las acusaciones vertidas por el representante de la UE, que no hizo ningún esfuerzo por persuadir a Armenia de que actuara de acuerdo con las normas y principios del derecho internacional, constituyen una amenaza para la integridad territorial y la soberanía de Azerbaiyán.
Además, nos gustaría subrayar que tanto la Guerra Patria de 44 días como las medidas antiterroristas de 24 horas de septiembre de este año se llevaron a cabo en territorio soberano de Azerbaiyán. Azerbaiyán ha recuperado su soberanía por medios legítimos dentro de las normas y principios del derecho internacional.
En el contexto de los Estados miembros de la UE que se enfrentan a tendencias separatistas agresivas, los intentos del órgano de política exterior de la UE de incitar al separatismo en el territorio de Azerbaiyán con respecto a la justa lucha de nuestro país contra las amenazas existentes en sus territorios soberanos son motivo de grave preocupación.
Los intentos de la UE de suministrar armamento a Armenia y apoyar así su insidiosa política de militarización que socava la paz y la estabilidad en nuestra región, fomenta una política que conduce a nuevos enfrentamientos en la región, que hace recaer la responsabilidad en la UE. Los planes para emplear el Fondo Europeo para la Paz, que, entre otras áreas, implica la acumulación de capacidades militares, sirven para exacerbar las tensiones en la región.
Insistimos una vez más en que el uso de un lenguaje amenazante con Azerbaiyán es inaceptable, y cualquier conducta hostil no tendrá un resultado beneficioso y será respondida con eficacia", concluyó el Ministerio.
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