Ha llegado un nuevo día y Azerbaiyán ha restablecido plenamente de facto la soberanía sobre Karabaj. De hecho, las medidas antiterroristas llevadas a cabo por Bakú los días 19 y 20 de septiembre, durante las cuales la infraestructura militar armenia situada ilegalmente en Karabaj quedó inutilizada por ataques selectivos de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, mientras que se tomaron todas las medidas para minimizar cualquier daño colateral a la población civil local.

La zona gris en Karabaj, que contenía una junta separatista apoyada financiera y militarmente por Armenia, así como formaciones de las Fuerzas Armadas de Armenia de hasta 10 mil personas, ahora está siendo eliminada.

Actualmente, la junta separatista prácticamente ha sido disuelta, el proceso de desarme está en marcha y se está reanudando el diálogo entre Bakú y los representantes de los armenios de Karabaj. Las reuniones del 21 y 25 de septiembre fueron muy alentadoras; En términos prácticos, ahora somos testigos de la integración infraestructural de esa parte de Karabaj, donde está estacionado temporalmente el contingente ruso, con el resto del territorio de Azerbaiyán. Por ejemplo, la ciudad de Khankendi ahora está desconectada de Armenia y conectada a la red eléctrica de Azerbaiyán.

Después del restablecimiento real de la soberanía de Azerbaiyán sobre Karabaj el 20 de septiembre, ha aumentado la importancia de la próxima reunión entre el presidente Ilham Aliyev y el primer ministro armenio Nikol Pashinyan, prevista para el 5 de octubre en Granada. Si antes el componente de Karabaj era un obstáculo clave para las negociaciones de paz, ahora las diferencias entre Bakú y Ereván parecen haberse minimizado. Con las actividades de desarme, desmovilización y reintegración en marcha en Karabaj, no existen obstáculos serios para avanzar rápidamente hacia el tan esperado acuerdo de paz entre Bakú y Ereván. Y para reducir las contradicciones al mínimo, Pashinyan debe abandonar sus demandas sobre mecanismos internacionales para garantizar la seguridad y los derechos de los armenios de Karabaj. ¿Es capaz de tener tal coraje? La pregunta está abierta, dada su tendencia a seguir los vientos de cola. Sin embargo, Pashinyan es capaz de actuar “con valentía” bajo presión.

¿Qué está pasando con los residentes armenios de Karabaj? Es extraño que los políticos, expertos y activistas armenios que hoy abogan por la salida masiva de los residentes armenios de Karabaj llamen a la situación actual “limpieza étnica”. Es necesario centrarse en preservar a la población armenia en la región e identificar formas de reintegración. Bakú, por supuesto, no fomenta tal resultado, creyendo que en este momento esta salida se debe a la elección personal de los armenios locales.

Numerosas entrevistas realizadas en el BCP de Lachin muestran que los que se van se pueden dividir en tres categorías: a) aquellos a quienes el gobierno armenio instaló recientemente en Khankendi y sus alrededores para aumentar la población, lo que no les permite ser considerados automáticamente armenios de Karabaj, y quién ve su futuro fuera de Azerbaiyán; b) aquellos que posteriormente podrían solicitar con éxito la ciudadanía azerbaiyana, pero no quieren hacerlo debido a sus opiniones profundamente arraigadas; c) y los que se van, quizás para regresar en el futuro. En cualquier caso, Bakú, aparentemente, tiene la intención de garantizar una vida digna a los residentes armenios de Karabaj como ciudadanos de Azerbaiyán, pero Bakú no les “rogará” que se queden. Es una cuestión de elección. Cualquiera tiene derecho a tomar decisiones para su propio destino.

También cabe señalar que la reintegración de los armenios de Karabaj en Azerbaiyán implica, en particular, el regreso de los azerbaiyanos étnicos a Khankendi y sus alrededores. Los contactos personales son clave, y algunos de los vídeos que circulan hoy en los medios de comunicación azerbaiyanos muestran que, si bien la enemistad entre azerbaiyanos y armenios es en general fuerte y seguirá siendo real en el futuro previsible, en gran medida es ideada y perpetuada por la diáspora armenia. Cuando se trata de los armenios de Karabaj, con buena voluntad y sentido común, nada es impensable o está más allá del ámbito de lo posible. De hecho, es más que factible y siento que sucederá muy pronto. Las personas tienen mucho más en común que diferencias.

AzVision.az

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