"El gobierno de Azerbaiyán ha ofrecido en repetidas ocasiones suministrar a los armenios de Karabaj alimentos, medicinas y más a través de carreteras que proporcionan un paso más cercano y rápido que Lachin. Las rutas terrestres que ofrece Azerbaiyán están reconocidas como viables y utilizables por la Unión Europea, Estados Unidos y el Comité Internacional de la Cruz Roja, y esta misma semana, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió la "apertura inmediata y simultánea de ambos corredores". Pero lo que se ha publicado en los medios de comunicación internacionales es algo distinto", señaló el asistente del presidente de Azerbaiyán.

"La idea de que sólo Armenia debe abastecer a los armenios étnicos que viven en el país vecino de Azerbaiyán a través de una única ruta monoétnica es -nos animan a creer- de alguna manera aceptable para la comunidad internacional y los medios de comunicación. Y se nos dice que esto se debe a que este conflicto es diferente a otros, que los armenios no pueden vivir codo con codo en el mismo país con los azerbaiyanos debido a nuestra historia. Pero tanto nuestro pasado como nuestro presente nos enseñan que esto simplemente no es cierto.

Antes de la guerra de los noventa, azerbaiyanos y armenios convivían en paz en Karabaj. Hoy, una comunidad judía de 30.000 personas vive en Azerbaiyán. Está creciendo una comunidad cristiana evangélica. Georgianos, rusos y ucranianos conforman el país multiétnico y multirreligioso de hoy. Esto podría, y debería, aplicarse también a los armenios de Karabaj. Sin embargo, hay fuerzas poderosas dentro de Armenia que no quieren que esta situación cambie, ni que esta historia se cuente por completo", subrayó Hikmat Hajiyev.

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