AZERTAC presenta la declaración:
"Nosotros, como recientemente establecida Coalición " Environmental Protection First" condenamos la declaración de respuesta dirigida por el Ministerio de Medio Ambiente de Armenia sobre la planta metalúrgica en construcción en Arazdayan (Yeraskh) de la región de Vedibasar (Ararat) de la República de Armenia en la frontera con Azerbaiyán.
El establecimiento de esta planta metalúrgica a gran escala ignora flagrantemente las normas y principios internacionalmente aceptados, en particular los recogidos en el Convenio de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas sobre la evaluación del impacto ambiental en un contexto transfronterizo (Convenio de Espoo). El Convenio de Espoo reconoce que los problemas ambientales van más allá de las fronteras nacionales y subraya la importancia del diálogo internacional cuando hay varios países implicados en casos concretos. La construcción de una instalación de este tipo a lo largo de la frontera sin el acuerdo mutuo de la parte azerbaiyana constituye un claro incumplimiento del Convenio de Espoo de 1991, que se centra en la evaluación del impacto ambiental en situaciones que trascienden las fronteras. Tanto Azerbaiyán como Armenia han ratificado este Convenio. Siguiendo las directrices del Convenio de Espoo, el informe de evaluación medioambiental relacionado con la construcción debería ser examinado por las instituciones azerbaiyanas pertinentes, teniendo en cuenta la perspectiva de los residentes azerbaiyanos vecinos que viven muy cerca de la zona, así como de los activistas ecológicos.
En cuanto a la construcción de una planta de tal envergadura, Armenia nunca se ha puesto en contacto con ninguna institución ni población afectada de Azerbaiyán sobre las intervenciones medioambientales en los contextos transfronterizos.
Como señaló el famoso ecologista Garrett Hardin, todos los cursos de agua son libres de contaminar, el derecho a explotar tierras comunes debe estar controlado por ley y las personas afectadas deben lograr una moderación mutua por consenso. Proporcionar esta información entra dentro de los compromisos internacionales de Armenia. Las acusaciones infundadas vertidas en la respuesta de Armenia sobre la participación de Azerbaiyán en los disparos en Arazdayan (Yeraskh) son totalmente incorrectas e inaceptables. Mientras planteamos nuestra profunda preocupación por la catástrofe ecológica causada por el daño medioambiental, sin embargo, Armenia se desvía deliberadamente del tema politizándolo. Tales provocaciones no deben servir de camuflaje para los delitos medioambientales.
En lugar de proporcionar datos oficiales, los organismos oficiales armenios parecen intentar persuadir a los medios de comunicación de que las posibles repercusiones serán mínimas. Lamentablemente, esta postura contradice los requisitos del Convenio de Espoo.
Las observaciones preliminares por nuestra parte revelan que los informes de seguimiento y evaluación del impacto ambiental emitidos por las empresas mineras que operan en Armenia, que abarcan las condiciones del suelo, la calidad del aire, las aguas superficiales y subterráneas, así como la flora y la fauna, no están siendo plenamente accesibles al público en general.
Teniendo en cuenta las circunstancias antes mencionadas y el descontento público acumulado derivado de la influencia perjudicial del sector minero de Armenia en el entorno ecológico de Azerbaiyán a lo largo de los años, nuestra coalición anticipa la divulgación completa de los documentos de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). Que se hagan públicos los textos completos de los informes de EIA, así como el numeroso descontento público que ha ido creciendo debido a los efectos negativos de la industria minera de Armenia sobre la ecología de Azerbaiyán durante años. Armenia debe reconocer la obligación legal que tiene de no retener y divulgar estos registros medioambientales cruciales.
Instamos a las empresas nacionales y extranjeras que participan en la industria minera de Armenia a que publiquen sin demora los documentos de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y las conclusiones en sus páginas web oficiales para que sean accesibles al público. El derecho a la información es un elemento esencial de la democracia y el Estado de derecho. Ocultar la información es una violación de los derechos humanos.
Armenia debe cumplir sus responsabilidades garantizando que las comunidades afectadas puedan obtener información sobre las actividades de las plantas, participar de forma significativa en los procesos de toma de decisiones y disponer de medios para hacer frente a cualquier daño medioambiental que se produzca.
Los Principios Básicos de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos proporcionan un marco crucial para promover una conducta responsable en las empresas, incluida la industria extractiva. Estos principios subrayan la necesidad de que las empresas defiendan los derechos humanos, prevengan los impactos medioambientales adversos y se comprometan con las comunidades afectadas de forma transparente e inclusiva. Instamos a todas las partes implicadas en la construcción de la planta metalúrgica de Arazdayan (Yeraskh) a que ajusten sus actuaciones a estos principios y los integren en su práctica operativa."
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