Gracias a la política visionaria del presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev, el entorno de inversión atractivo que se ha formado en Azerbaiyán y el rico potencial existente de energía verde hacen posible implementar esto por completo. La colocación de la primera piedra de la planta de energía solar de Garadagh de 230 megavatios en marzo pasado es un excelente ejemplo de esto.
Según AZERTAC, este proyecto está siendo ejecutado íntegramente mediante inversión privada por Masdar. Según estimaciones preliminares, la central producirá 500 millones de kilovatios hora de electricidad al año. Con ello se ahorrarán 110 millones de metros cúbicos de gas natural al año y se evitarán más de 200.000 toneladas de emisiones de carbono a la atmósfera, además de suministrar electricidad a 110.000 hogares. El coste total del proyecto es de unos 200 millones de dólares.
La información señala que también está en curso la construcción de la planta de energía solar “Shafag” con una capacidad de 240 megavatios. Se prevé que el proyecto, cuya implementación está prevista en Jabrayil, contribuirá a la producción de más de 500 millones de kilovatios-hora de electricidad al año.
Además, se llegó a un acuerdo con Masdar sobre la evaluación, desarrollo e implementación de proyectos de energía renovable en la etapa inicial con una capacidad total de 4 gigavatios, de los cuales 1 gigavatio es energía solar. Al mismo tiempo, se firmó un acuerdo marco con Fortescue Future Industries para explorar e implementar proyectos de energía verde de hasta 12 gigavatios. Esto indica que en el futuro se construirán plantas de energía solar junto con estaciones que utilicen otras fuentes de energía renovable.
Además, para reducir las pérdidas de electricidad, las instituciones competentes realizan obras periódicas tanto en la red de transmisión como en la de distribución. Los equipos inservibles se sustituyen por otros más modernos y se restaura el suministro eléctrico que ha llegado al final del periodo de vida útil. Como resultado de las medidas aplicadas, las pérdidas en la red de transporte se reducen del 2,1% al 1,9% en 2021 en comparación con 2020 y las pérdidas en la red de distribución se reducen del 8,9% al 8,8% respectivamente.

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