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Azerbaiyán conmemora a las víctimas del "Enero Negro"
Hoy, el 20 de enero, es el aniversario número 30 del "enero negro", en el que fueron masacradas cerca de 150 personas, incluidas mujeres y niños, por el Ejército soviético, en Bakú, la capital de Azerbaiyán, así como en otras provincias del país.
La masacre, todavía fresca en los corazones de todos los azerbaiyanos a pesar de que han pasado tres décadas, fue un punto de inflexión importante para que el país obtuviera su independencia después de 70 años de ocupación soviética.
Los acontecimientos del "enero negro" alimentaron el sentimiento de independencia en los azerbaiyanos y aceleraron el colapso de la Unión Soviética.
La disputa del Alto Karabaj fue uno de los mayores desencadenantes del "enero negro", ya que en 1988 los armenios aumentaron sus actividades para separar el área del Alto Karabaj de Azerbaiyán, y en diciembre de 1989 el Consejo Supremo de la República Soviética de Armenia decidió anexar el Alto Karabaj a Armenia.
Azerbaiyán reaccionó ante la decisión con multitudinarias manifestaciones en Bakú. Los azerbaiyanos acudieron en masa a la Plaza Azadliq (Plaza Independencia) para protestar contra el gobierno soviético y contra las crecientes demandas de tierra de los armenios.
Las continuas manifestaciones perturbaron la gestión soviética y se tomó la decisión de desplegar el Ejército en Bakú. La gente bloqueó los caminos de entrada de la ciudad y cerró el frente de las unidades militares en Bakú.
Primero, el 19 de enero de 1990, el proveedor de energía de la televisión azerbaiyana fue bombardeado por la inteligencia soviética. En las horas de la tarde, 26.000 soldados del Ejército soviético ingresaron con vehículos blindados a Bakú desde cinco direcciones.
El Ejército soviético entró en la ciudad y le disparó a los civiles desarmados, que intentaron detenerlos. Tanques y vehículos blindados pesados pasaron sobre las personas, mientras se abrió fuego a las ambulancias y autobuses de pasajeros. Esa noche, 130 civiles perdieron la vida en Bakú.
El Ejército soviético continuó la masacre en otras ciudades como Neftchala y Lankaran, al sur del país, y un total de 147 civiles murieron el 20 de enero.
Unas 744 personas resultaron heridas en los incidentes, mientras que unas 400 fueron detenidas por el Ejército soviético.
Aunque el estado de emergencia fue declarado por la administración soviética en Bakú y la ciudad estaba completamente controlada por el Ejército soviético, la gente volvió a las calles para enterrar a las víctimas.
Las víctimas fueron enterradas en el parque Dagustu, junto a las tumbas de los azerbaiyanos que perdieron la vida como resultado de los ataques armenios del 31 de marzo de 1918.
La masacre del Enero Negro sacudió la confianza del pueblo azerbaiyano en la administración soviética, dando paso al proceso que condujo a la independencia del país.
Durante los últimos 33 años, los azerbaiyanos han acudido al cementerio de las víctimas con claveles, que se han convertido en los símbolos de las víctimas del 20 de enero de 1990.