Respondiendo a las preguntas de AZERTAC, Anastasia Lavrina declaró que su principal motivación para realizar la película era el deseo de mostrar al mundo la verdad sobre los hechos cometidos por Armenia en territorios azerbaiyanos, mantenidos bajo ocupación durante casi 30 años. "Esta película es otro duro golpe a la maquinaria de propaganda armenia. Durante el conflicto de Karabaj, Armenia no abandonó sus intentos de presentar el conflicto como interreligioso y, tras la victoria de Azerbaiyán en la Guerra Patria, Ereván comenzó a acusar infundadamente a Bakú de destruir el patrimonio cultural cristiano de Karabaj, al tiempo que presentaba monumentos de la Albania caucásica como "pruebas materiales" de la historia de la nación armenia. El aliado más cercano de Armenia, Francia, a través de los esfuerzos del lobby armenio, aboga por la preservación del patrimonio armenio, prefiriendo guardar silencio sobre la destrucción causada durante los años de ocupación armenia. Tenemos que luchar, tenemos que decir al mundo la verdad, presentando los hechos reales del vandalismo armenio. Que el mundo sepa que durante los años de ocupación no sólo se destruyeron mezquitas, sino también iglesias ortodoxas y albanesas. Además, que el mundo empiece a hablar de cómo Armenia se ha apropiado de muchas iglesias albanesas mediante falsificaciones. Tengo la intención de presentar esta película a un amplio público en todo el mundo", declaró la autora de la película.

Es importante señalar que en 2021 Anastasia Lavrina ya había presentado una película titulada "La guerra de los separatistas armenios contra los templos de Karabaj", que hablaba de una iglesia ortodoxa rusa en la región azerbaiyana de Khojavand, que había sido completamente destruida durante la ocupación armenia. La película despertó mucho interés y se tradujo a varios idiomas, tras lo cual se presentó en varios países europeos.

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