Los investigadores del King`s College de Londres realizaron una serie de experimentos con ratones en los que usaron Tideglusib —un potente fármaco que se emplea para tratar varios trastornos neurológicos, incluida la enfermedad de Alzheimer—. Los científicos hicieron agujeros en los dientes de los roedores y colocaron dentro unas pequeñísimas esponjas empapadas en el medicamento. Con el tiempo, resultó que las esponjas se iban descomponiendo y dejaban paso a trozos de diente regenerado. De esta manera, se pudo concluir que el Tideglusib es capaz de crear esmalte dental y reparar los agujeros y cavidades de manera natural. Por lo tanto, este fármaco podría pronto sustituir a muchos otros métodos convencionales —y poco agradables— para el tratamiento dental. Métodos que hacen que, a algunos, les provoque ansiedad pisar la consulta de un dentista.
Sputnik
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