En el pasado, los hammams eran un medio importante para mantener la higiene pública. Se dice que en los tiempos en que la Gran Ruta de la Seda pasaba por aquí, a los viajeros que llegaban se les pedía que se lavaran primero en los hamams situados en cada una de las dos entradas de la ciudad. Según Kamil Ibrahimov, que dirige el departamento arqueológico de la administración de Icherisheher, incluso se les obligó a quemar sus ropas y a ponerse otras nuevas para minimizar el riesgo de infección.

Los hamams siempre han estado estrictamente aislados y han desempeñado un papel social especial. Según Kamil Ibrahimov, la gente acudía a los baños para socializar, discutir algunos asuntos y relajarse. Durante toda su vida, los ciudadanos de Bakú acudieron al mismo hamam. La excepción era cuando las mujeres iban a otras casas de baños a buscar novias para sus parientes masculinos. Los hamams de mujeres eran el único lugar donde las chicas podían ser vistas sin velo, que era utilizado por las casamenteras. También existía la tradición de que los novios visitaran el hamam con sus acompañantes antes de la boda. Incluso hoy en día, algunos hombres continúan la tradición celebrando una especie de despedida de soltero en la casa de baños en la víspera de la boda.

Hace unos años se excavó un hamam histórico situado en el subsuelo, cerca de la famosa entrada Goshagala de Icherisheher. Se cree que se construyó en el siglo XVII como parte del cercano complejo palaciego de los khans de Bakú. Tras la toma de Bakú por el ejército ruso en 1806, el hamam se cubrió de tierra y se construyó sobre él una guarnición militar. Esta situación se mantuvo hasta el final del periodo soviético. Las excavaciones no pudieron comenzar hasta 2015.

Durante la época soviética, cuando los pisos empezaron a estar equipados con baños, los hamams empezaron a perder popularidad y los edificios de los baños históricos se reconvirtieron a otros usos. Como resultado, muchos se convirtieron en tiendas, mercados, casas de té, bloques de apartamentos o simplemente fueron demolidos. Sin embargo, todavía existen algunos establecimientos que son visitados por los aficionados locales que promueven la cultura del hamam. El lugar más auténtico de Bakú para experimentar los rituales de vapor del pasado es el Aga Mikail Hamam, el hamam en funcionamiento más antiguo de Bakú. Otros baños históricos de la ciudad son Aga Zeynal Hamam, She-Bi Hamam y Akhund Hamam. Los dos últimos son exclusivamente para hombres.

Desgraciadamente, los baños de Bakú están poco publicitados y su potencial turístico ha sido ignorado hasta ahora. Aunque, dada su antigua importancia, los tratamientos terapéuticos y los intrigantes interiores, la visita a un antiguo hammam es una interesante forma de reponer energías, al tiempo que se sumerge en el pasado sociocultural de Bakú.

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