-Andréi Alekséyevich, ¿cómo evalúa usted la situación puesta en la frontera occidental de Bielorrusia con los migrantes?¿Quién es responsable por la crisis migratoria?
-Quisiera empezar por lo que la situación con los migrantes en nuestra frontera occidental no surgió por culpa ni con la participación de Belarús. Es evidente que las personas abandonan sus casas en los países destruídos y saqueados por las guerras en pos de un mejor futuro. Asimismo, es obvio que les obligó a hacer este paso no Belarús, sino la política irreflexiva de los estados occidentales, que libraron guerras y conflictos en los países de origen de los migrantes. A la situación actual en la frontera con Bielorrusia puso la mano la UE, entre otros, al haber tomado una decisión sobre el congelamiento de financiación en nuestro país de todos los proyectos conjuntos acerca de fortalecimiento y dirección de los límites, creación y modernización de los centros de mantenimiento de los migrantes irregulares y las personas, que buscan el refugio. El lado belaruso, contra el que la UE impuso innumerables sanciones económicas, no dispone de oportunidad de garantizar la defensa de las fronteras y detener el creciente flujo de los migrantes a solas.
-Ahora bien, es conocido que en Belarús trataron con humanidad a miles de migrantes, al presentarlos locación provisional en el centro logístico, suministrando ropa, alimentos, asistencia médica, ya que entre ellos hay muchas mujeres y niños...
-Tiene total razón, en Bielorrusia no tenemos los problemas con la facilitación de la asistencia humanitaria para los migrantes que la necesitan. Los órganos estatales de Belarús, los voluntarios, la comunidad de la Cruz Roja aseguran la compra y el repartimiento de las cosas necesarias y los productos. Todos los apurados reciben la asistencia médica oportuna. Además, los belarusos ordinarios indiferentes a la desgracia ajena les ayudan. Belarús garantizó el acceso de las estructuras internacionales a los migrantes en la frontera de su territorio y sigue la interacción para prestar ayuda a las personas en apuro junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones y la UNICEF. Mientras tanto, la misión de la Comisión Europea para prestar la asistencia humanitaria, que efectuó una visita a Belarús los 23-24 de noviembre, hizo un simple monitoreo sin encontrar un tiempo para conversar con los migrantes. En este sentido, Polonia contrasta claramente, que cerró el acceso en las regiones fronterizas tanto para las organizaciones humanitarias y de defensa de derechos, como para la opinión pública y la prensa. Es claro que tienen algo para ocultar.
-A su juicio, ¿qué ocultan?
-Los competentes órganos belarusos documentaron múltiples hechos de un cruel trato deshumano de las personas, que se dirigen a los poderes de Polonia, Lituania y Letonia para que les presenten el refugio. En respuesta, les golpean, envenenan con gas, persiguen con perros, después semivivos echan fuera de la frontera al territorio belaruso. ¡¿ Seguramente, es la verdadera cara de los valores democráticos y la observación indignante de los derechos humanos, los cuales los estados de la Unión Europea aspiran a imponer a todo el mundo?! A propósito, puede familiarizarse con los resúmenes actuales y el prospecto "Los crímenes de Polonia y Lituania contra refugiados, hechos y testimonios", elaborado por la comunidad de Belarús "Conocimiento", la Editorial "Belarús de hoy" y la Unión pública "La Unión de Bielorrusia de Periodistas", publicados en el sitio de la Embajada.
La Fiscalía de Bielorrusia incoó el proceso penal sobre el hecho del uso por el lado polaco contra los migrantes, que se encuentran en el territorio fronterizo, los medios especiales, incluso los aturdidores, gases lacromógenos, cañones de agua con las sustancias peligrosas pala la vida y salud.
Acusando a Belarús, los países de la UE, especialmente Polonia, Lituania y Letonia, intentan esconder sus propios crímenes contra los irregulares migrantes y refugiados. Con ello, aspiran a justificar el ulterior endurecimiento de la política migratoria de la UE, así mismo revisar los enfoques a presentación de refugio. Así que, no es Belarús, sino que los países de la Unión Europea, y en primer lugar, los tres de nuestros vecinos occidentales que cometen las innumerables infracciones del derecho internacional humanitario, incluidas las disposiciones de la Concención sobre refugiados de 1951.
-Hace poco, Angela Merkel ha mantenido conversación con Aleksandr Lukashenko dos veces, y parecía que apareció la luz en el fondo de túnel en el asunto de la solución civilizada de la crisis migratoria en el territorio de Belarús. Sin embargo, la firmeza del Oeste terminó con eso: el corredor a Alemania para los migrantes aglomerados en el territorio belaruso no se abrió. Por parte de la OTAN comenzó la siguiente ola de la amenaza de armas. ¿Cómo responde a esto Belarús?
-Belarús, ante todo, evalúa la paz y estabilidad, tanto dentro del país, como en la región. A lo largo de toda la historia de la existencia de un estado del Belarús independiente hemos sido el donor de la seguridad en la región y no hemos escatimado nuestros esfuerzos para garantizar la paz y la prosperidad globales.
La migración ilegal representa un permanente desafío común, resistir a la cual es posible solo con los esfuerzos comunes, no con la edificación de las vallas y la profundización de "las líneas divesorias", imposición de las sanciones, cierre del cielo. Este enfoque exige los pasos constructivos recíprocos.
A pesar de la retórica beligerante de la UE y la OTAN, Belarús está dispuesta como antes trabajar con todos los socios internacionales, al alejar las discrepancias políticas para evitar la sucesiva desescalada de la crisis migratoria y salvar las vidas humanas. Se debería luchar contra las causas fundamentales de flujos migratorios y sentarse a la mesa de negociaciones.
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