En su discurso, el representante permanente de Afganistán ante la ONU, Gulyam Iskhakzai, advirtió que los talibanes ya empezaron a registrar domicilios con la intención de deshacerse de sus opositores. Se informa que se producen saqueos y asesinatos en Kabul, la capital del país. Asimismo, Iskhakzai instó a la comunidad internacional a no reconocer el Emirato Islámico de Afganistán.
Paralelamente, la representante permanente de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, instó a los talibanes a garantizar la seguridad de la población civil de Afganistán y el funcionamiento de las organizaciones humanitarias. Según declaró Thomas-Greenfield, EE.UU. ha exigido a los talibanes que dejen marcharse a las personas que deseen salir del país.
Thomas-Greenfield destacó que el presidente estadounidense, Joe Biden, prometió que su país dará una respuesta rápida y dura en caso de registrarse ataques contra los ciudadanos de EE.UU.
Según el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzenia, las medidas de Rusia en relación a Afganistán vendrán determinadas por los pasos de los talibanes. Nebenzenia estima que Irán podría desempeñar un papel importante en la resolución del conflicto, al tiempo que recalca la preocupación que suscita en Rusia la amenaza terrorista proveniente de Afganistán.
Los enfrentamientos armados en Afganistán se recrudecieron poco después de que Biden anunciara en abril la retirada de los últimos 2.500 militares del país, lo que motivó el inicio de las ofensivas talibanas para recuperar el poder y el territorio perdido con la intervención estadounidense.
El movimiento talibán tomó el control de su primera capital provincial el pasado 6 de agosto capturando la ciudad de Zaranj, en la provincia sudoccidental de Nimroz, y se fue apoderándose de más y más provincias a lo largo de la semana.
Tras entrar en Kabul, el portavoz de la Oficina Política de los Talibanes, Mohammad Naeem, declaró que "la guerra ha terminado en Afganistán" y que pronto estarán claros el tipo de gobierno y el régimen que se implantarán en el país. Paralelamente, Ashraf Ghani renunció a la presidencia y huyó del país para evitar enfrentamientos con los insurgentes y un "derramamiento de sangre".
Etiquetas: