Un trabajo realizado durante una década por los estudiosos de Leonardo da Vinci Alessandro Vezzosi y Agnese Sabato ha hallado que el genio del Renacimiento tiene 14 descendientes vivos tras analizar su árbol genealógico, que abarca 21 generaciones y 690 años.
El estudio, publicado en la revista 'Human Evolution' como avance de un proyecto de investigación del ADN de Leonardo da Vinci, documenta con certeza de padre a hijo la línea masculina del árbol genealógico de la familia Da Vinci (más tarde Vinci) desde Michele (nacido en 1331) pasando por Leonardo (sexta generación, nacido en 1452) hasta la actualidad e identifica a 14 descendientes vivos.
El trabajo llena algunos vacíos y corrige errores en investigaciones genealógicas anteriores sobre la familia del genio del Renacimiento, al tiempo que ofrece nuevos hallazgos y actualizaciones de su árbol genealógico.
Vezzosi y Sabato ya identificaron en 2016 numerosos descendientes vivos pero indirectos –incluidos solo dos hombres en línea directa hasta la 19ª generación– de una sola rama de la familia Vinci. La investigación publicada ahora profundiza y amplía esos descubrimientos. También proporciona por primera vez los datos documentales y las fuentes de información a lo largo de siete siglos hasta la oficina de registro actual, con trabajos en ramas familiares adicionales en curso.
El propio Leonardo tenía al menos 22 medios hermanos, pero ningún hijo. Un nuevo documento inédito muestra que Paolo di Leonardo da Vinci da Firenze fue un caso de homonimia. Las cinco ramas familiares que han estudiado Vezzosi y Sabato se remontan al padre de Leonardo, ser Piero (quinta generación) y al medio hermano Domenico (sexta). Desde la 15ª generación, se han recopilado datos sobre más de 225 personas. El estudio, con la colaboración de los descendientes vivos, contribuye al trabajo de la Asociación del Patrimonio Leonardo Da Vinci.
Esta extraordinaria y autorizada investigación genealógica de 690 años es fundamental para el trabajo científico afiliado que Vezzosi y Sabato han iniciado con el proyecto internacional de ADN Leonardo da Vinci, apoyado por la Fundación Richard Lounsbery. El proyecto involucra al Instituto J. Craig Venter de La Jolla (California) y varias otras universidades y centros de investigación de alto perfil, incluido el Departamento de Biología de la Universidad de Florencia, dirigido por David Caramelli.
Se sabe que el cromosoma Y, que se transmite a los descendientes masculinos, permanece casi sin cambios a lo largo de 25 generaciones. La comparación del cromosoma Y de los parientes masculinos de hoy con el de sus antepasados en los cementerios antiguos y modernos verificaría la línea familiar ininterrumpida y certificaría el propio marcador del cromosoma Y de Leonardo.
Una vez que se confirme el ADN de Leonardo, se podrán investigar las razones de su genialidad, información sobre el origen geográfico de sus padres, su destreza física, el envejecimiento prematuro, la zurdera, la dieta, la salud y las enfermedades hereditarias, así como su extraordinaria visión, sinestesia y otras percepciones sensoriales.
La comparación de datos biológicos también podría ayudar a verificar la autenticidad de las obras de arte y los materiales manejados por Leonardo, lo que crearía así vínculos pioneros entre la biología y el arte con amplias implicaciones para el mercado mundial del arte en términos de atribución artística y materiales.
abc
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