"En cualquier guerra, sin excepciones, hay víctimas civiles. Pero respecto a la situación en Alepo no se puede hablar de los asesinatos en masa de los civiles. Según dicen mis amigos y conocidos, los habitantes de la ciudad se sienten aliviados por la liberación", explicó la reportera. Levent expuso que anteriormente la urbe fue dividida en dos partes, y periódicamente había ataques y combates.
La entrevistada añadió que los informes sobre atrocidades y masacres en la ciudad son infundados. Las acusaciones de que los militares de las tropas gubernamentales matan a los civiles por su filiación religiosa carecen de base ya que la mayoría de ellos son suníes igual que los soldados que liberaron la urbe. La gente suele creer que el Ejército sirio está compuesto mayormente de los alauitas, la religión que profesa el líder de este país árabe, Bashar Asad. "Contrario a la creencia generalizada, la mayoría de los soldados de las fuerzas gubernamentales son suníes. La gente a menudo habla de una división dentro del Ejército sirio. Pero si en realidad las cosas fueran así, el Gobierno actual del país no podría mantener su poder hasta ahora", consideró la periodista.
Sputnik
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