Mientras Washington se acerca a Rusia, Alemania y Francia reiteran su oposición a levantar las sanciones a Moscú. El mismo día en el que el presidente electo de EE UU, Donald Trump, anunció el nombramiento de un hombre cercano al Kremlin como secretario de Estado, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, hicieron un llamamiento a renovar el castigo económico a Rusia ante la falta de progresos en el proceso de paz para el este de Ucrania.
En una comparecencia conjunta en la Cancillería de Berlín, Merkel y Hollande adelantaron la posición que adoptarán los 28 Estados miembros de la UE en la cumbre que se celebrará el jueves en Bruselas. Está previsto que los países europeos decidan entonces extender el castigo económico a Moscú otros seis meses. Paris y Berlín han intentado sin éxito convencer a Rusia y Ucrania de implementar el protocolo de Minsk, acordado en 2015.
"Será necesario extender las sanciones contra Rusia de nuevo, aunque habríamos deseado un mayor progreso en la implementación del proceso", dijo Merkel, que coincidió con el presidente francés en una conferencia sobre economía digital en la capital alemana.
"Tenemos que proseguir con la aplicación del acuerdo de Minsk, y cuando no se avanza, debemos continuar con las sanciones", añadió Hollande. El presidente francés admitió que el castigo a Moscú no es algo "que se pueda mantener para siempre". "Pero cuando no se hace ningún esfuerzo y sigue habiendo un bloqueo, la canciller alemana y yo estamos de acuerdo en mantener esas medidas", añadió. Las penalizaciones a Rusia, que incluyen la restricción del acceso a financiación internacional y barreras a la cooperación en Energía y Defensa, han sido ya renovadas en varias ocasiones y debían expirar al final de enero.
Occidente y Ucrania acusan al Kremlin de apoyar al movimiento separatista en el este del país y ayudar a los rebeldes. Moscú lo niega y acusa a Ucrania de perpetuar la violencia del conflicto y violar el acuerdo de Minsk. El conflicto entre las fuerzas ucranias y prorrusas se ha cobrado la vida de unas 10.000 personas desde que comenzó en 2014.
Los dos líderes también se refirieron al conflicto sirio.
ElPais
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