La toma de Alepo por parte del Ejército sirio "significa un golpe grande a todos los grupos terroristas que están hace cuatro años en Siria. Pero también es uno muy duro para Estados Unidos, y para sus aliados, porque Estados Unidos hizo, sobre todo estos últimos meses, todo lo posible para que todos esos grupos irregulares traten de reorganizarse", dijo a Sputnik Leandro Albani, periodista de la revista Sudestada y de los portales Resumen Latinoamericano y Marcha.org.

Para el periodista, que alguna vez trabajó en para la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el único objetivo de Estados Unidos "era que estos grupos irregulares pudieran rearmarse y reorganizarse". Por eso, no solo es un golpe —tal vez el más duro que dio el Gobierno y el Ejército sirio— contra los terroristas, sino también para el país norteamericano, destacó. Según Albani, en las regiones de Alepo controladas por los grupos terroristas estos grupos nunca le brindaron nada a la población. "En las zonas que controlaban ellos, lo que se pudo ver fue saqueos, asesinatos de civiles, y la utilización de civiles como escudos humanos", agregó. "Habrá que ver de qué manera se reconstruye la ciudad.

Hay que tener en cuenta que muchos terroristas se escaparon y seguramente también queden algunos activos en Alepo", dijo. Algo similar a lo que sucede en el norte de Siria, donde las tropas kurdas están liberando casi todas las zonas, pero quedan algunos militantes de grupos terroristas que después cometen atentados, masacres, agregó. "Tanto el Ejército sirio como Rusia, van a tener que estar muy pendientes" de posibles nuevos ataques terroristas.

El periodista informó que el Gobierno sirio, sobre todo en este último año, ha venido haciendo muchos acuerdos con grupos irregulares para tratar de que dejen las armas y volver a insertarlos en la sociedad. En cuanto a las propuestas "humanitarias" de Washington y sus aliados, el periodista cree que estas negociaciones fueron siempre "muy endebles" y "algunas propuestas fueron bastante funcionales a meter ONGs o grupos que en teoría son humanitarios, pero que hacen un trabajo de apoyo a estos grupos rebeldes, como los Cascos Blancos", indicó. De cualquier manera, "es difícil que las treguas en Alepo, en este caso, o en Siria en general, puedan tener un sostén en el tiempo, porque los grupos terroristas nunca las aceptan y porque ellos no son parte de ningún tipo de diálogo", sostuvo. "Cuando más funcionaron los planes de reconstrucción y de ayuda humanitaria fue cuando estuvo Rusia de por medio", concluyó.
Sputnik

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