Alemania ha vuelto a lamentar varios actos antisemitas en las manifestaciones convocadas en todo el país en solidaridad con Palestina durante el pasado fin de semana. La violencia contra las sinagogas y comercios judíos ha sido condenada desde las más diversas instancias y, por primera vez, varios políticos han hablado de un «antisemitismo importado» del que todo el mundo está al tanto pero que hasta ahora impedía mencionar la corrección política.

«Sin lugar a dudas hemos importado el antisemitismo», dijo el ministro de Sanidad, Jens Spahn durante una reunión de la directiva del partido Conservador Unión Cristianodemócrata (CDU), calificando tales manifestaciones de odio como «puro extremismo». Se trata de «nacionalismo chovinista» y de «querer erradicar una nación y a otras personas que supuestamente no valen tanto», ha descrito Spahn, comparando «el extremismo de los nazis con el extremismo de los Lobos Grises (organización xenófoba de origen turco) o de Hamás y sus partidarios en Alemania».

La política alemana ha evitado relacionar la masiva entrada de indocumentados musulmanes durante la crisis de los refugiados con el creciente antisemitismo por temor a la criminalización del islam en Alemania y con el fin de eludir que quienes a su vez atacan a refugiados encuentren en el discurso político ningún tipo de justificación. Pero las manifestaciones de odio contra la población judía de los últimos días han impulsado a varios políticos a romper ese tabú.

Lemas de odio
La vicepresidenta de la CDU, Julia Klöckner, también ha pedido una acción decisiva contra el «odio de los inmigrantes hacia los judíos» en Alemania. Cualquiera que «incite contra los judíos en suelo alemán no puede esperar que haya algún tipo de descuento porque uno inmigró o solicitó asilo o nació en Alemania», ha dicho, después de que miles de personas de origen palestino, árabe y turco marchasen en Berlín, Frankfurt, Leipzig, Hamburgo y otras ciudades alemanas, coreando consignas antiisraelíes y antijudías como «¡Que se j. los judíos!», «¡Bombardear Tel Aviv!» o «¡Intifada a la victoria!».

Por su parte, el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble, ha solicitado «toda la dureza legal contra los criminales violentos y la mayor protección posible para las comunidades e instituciones judías en el país».

abc

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