La declaración fue aprobada por los cancilleres de Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, o todos los países que integran la OTSC. En el documento se expresa una profunda inquietud con motivo de la crisis del sistema de seguridad europeo, que se agrava debido a las crecientes amenazas por parte del terrorismo internacional y el crimen organizado, la crisis migratoria y la amenaza de la escalada de la tensión a escala mundial y en el espacio de la OSCE (conformada por 57 Estados). También "se recalca la necesidad de establecer cooperación entre las organizaciones regionales, en particular entre la OSCE y la OTSC, con el fin de fortalecer la confianza y oponerse juntos a los desafíos a la seguridad y la estabilidad en Eurasia".

Los titulares de Exteriores de los países de la OTSC subrayaron que se debe buscar de mancomún las respuestas a estos desafíos, en un ambiente de confianza y diálogo, así como confirmaron el carácter actual de la tarea de crear un espacio de seguridad equitativa e indivisible, que se planteó en la cumbre de la OSCE celebrada en Astana en 2010.

Sputnik

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