España trajo a Brasil su compromiso para trabajar en favor de la ratificación del Acuerdo de Asociación entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), un proceso que está encallado desde hace dos años a pesar de una larga negociación que se prolongó por dos décadas.
Así lo reafirmó en Brasilia la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en el inicio de una visita de dos días a esta capital con el fin de mantener reuniones de alto nivel y aprovechar para revisar la agenda bilateral.
Este acuerdo vincula a dos regiones con unos 780 millones de habitantes, de un lado el Viejo Continente y del otro las cuatro naciones fundadoras del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
De estas cuatro últimas naciones, Brasil, la primera economía de Latinoamérica, es el escenario que presenta mayores desafíos por el deseo europeo de que al acuerdo garantice la protección medioambiental.
Países como Austria han dejado claro que no están dispuestos a ratificar ese acuerdo por lo que considera los “extensos incendio forestales” en la Amazonía y, además, el aumento de un modelo intensivo de producción agrícola” en los países del Mercosur.
Es una posición a la que se han unido otros países, como Francia, lo que ha generado obstáculos para completar un proceso de ratificación que debe pasar necesariamente por el Parlamento Europeo, entre otras instancias.
Al comienzo de una de sus reuniones en Brasilia, con la ministra de Agricultura, Tereza Cristina Correa, González Laya destacó que se debe concluir este acuerdo “para ponerlo en marcha” e hizo votos para impulsar los trabajos con el fin de “cerrar algunas cosas que están abiertas”.
En la parte de esa reunión abierta a los periodistas su interlocutora brasileña mencionó que “algunos países europeos” han hecho algunas declaraciones en ese sentido con las que no está de acuerdo el Gobierno de Jair Bolsonaro, pero sin que se pudieran oír explicaciones posteriores.
González Laya es la primera titular de Exteriores que se reunirá este viernes con su colega brasileño, Carlos Alberto Franco França, nombrado para el puesto tras la crisis política que se desató en Brasil el 29 de marzo pasado a raíz del relevo en varios puestos del Gobierno de Bolsonaro.
La visita de la ministra española se produce después de que el pasado 22 de abril, en una cumbre climática convocada por la Casa Blanca, Bolsonaro se comprometiera a buscar la neutralidad de carbono para 2050, diez años más del anterior compromiso brasileño. Bolsonaro sostiene además que su Administración está avanzando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 37 % para 2025 y el 40 % hasta 2030.
En esa cumbre telemática convocada por el presidente de EE.UU., Joe Biden, Bolsonaro también dijo que su país haría esfuerzos para terminar con la deforestación ilegal en Brasil para el año 2030.
Pero, al margen de las preocupaciones medioambientales de parte de Europa, el proceso de ratificación del acuerdo puede encontrar otros tropiezos políticos ligados a los procesos electorales que habrá en países como Alemania y Francia, y los comicios que también habrá en Brasil a finales de 2022.
Aun así, en la mesa de debates hay fórmulas para intentar evitar el encallamiento del proceso con compromisos adicionales que aporten más garantías medioambientales o una declaración política donde se recojan los puntos del Acuerdo de París, opción esta última que al parecer rechaza Austria.
Durante sus reuniones en Brasilia, González Laya insistió en que Brasil y España son “viejos amigos” y “socios estratégicos”, y se mostró partidaria de “trabajar juntos” para poder superar los tropiezos que encuentra el proceso de ratificación del acuerdo entre la UE y el Mercosur.
Este jueves, la ministra española tuvo un audiencia con el presidente Bolsonaro en el Palacio de Planalto, la cual no estaba incluida en la agenda oficial del gobernante.
Según dijeron fuentes diplomáticas a Efe, la reunión duró media hora y en ella conversaron sobre las relaciones bilaterales, “que tienen un gran potencial en materia económica y cultural”.
También fue abordada la necesidad de estrechar vínculos entre la UE y Brasil, con España como puente entre ambos, así como del acuerdo Mercosur.
De acuerdo con las imágenes distribuidas por Planalto, en esa reunión estuvieron presentes Franco França y el embajador español en Brasilia, Fernando García Casas.
(Con información de EFE)
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