El audio filtrado del ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, provocó una fuerte tensión en el seno del régimen persa. A tal punto que este domingo el que se pronunció fue el líder supremo Ali Khamenei, quien defendió a los Guardianes de la Revolución y calificó de “lamentable y sorprendente” las declaraciones del jefe de la diplomacia iraní, quien en el material filtrado cuestionaba la preeminencia de este cuerpo militar -considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos- en el país.
“Esos comentarios son la repetición de las palabras hostiles de nuestros enemigos, son la reiteración de los vocablos de Estados Unidos”, advirtió el ayatolá Khamenei en un discurso transmitido por la televisión estatal de Irán, en reacción al audio filtrado el pasado domingo en el que Zarif criticaba la influencia que tienen los militares sobre el régimen.
“Los enemigos desde hace años están muy preocupados y disconformes por la influencia de Irán en la región”, agregó el líder supremo, quien subrayó que por ello mataron al general Qassem Soleimani, en un operativo efectuado por las fuerzas norteamericanas en enero de 2020 en Bagdad (Irak).
En la grabación de más de 3 horas, que fue filtrada el pasado domingo por el canal de televisión Irán International, de la oposición, Zarif habla del acuerdo nuclear, los lazos de Teherán con sus vecinos y el papel de los Guardianes de la Revolución, entre otros temas.
El canciller persa asegura en ese audio, que corresponde a una conversación privada, que en Irán “la diplomacia ha sido sacrificada por el campo militar”. “En la República Islámica, el ámbito militar manda. He sacrificado la diplomacia en aras del campo militar, cuando el campo militar debería estar al servicio de la diplomacia”, fueron las palabras de Zarif que provocaron la controversia.
Según indicó el diario The New York Times, el canciller iraní hacía referencia a la influencia del poderoso general Soleimani en la política exterior del país.
“La política del país se compone de las partes económica, militar, social, científica y cultural, además de las relaciones exteriores y la diplomacia (…) Si una contradice a la otra, no tiene ningún sentido. Es un gran error que ningún responsable de la República Islámica debe cometer”, apuntó Khamenei en su discurso de este domingo.
El ayatolá no citó explícitamente la filtración ni al propio Zarif, pero sus comentarios aludían claramente al jefe de la diplomacia iraní. Además, enfatizó en que “no hay lugar en el mundo en el que la política exterior esté diseñada por el ministerio de Relaciones Exteriores”. Según él, el aparato diplomático solo es “el ejecutor” de las decisiones que se toman a niveles superiores.
Tras la filtración del audio, Zarif ha recibido fuertes criticas, sobre todo por parte del sector conservador. Asimismo, la grabación, “robada”, según el régimen iraní, encendió el debate antes de las elecciones presidenciales y además coincidió con unas negociaciones en Viena destinadas a revitalizar el pacto sobre el programa nuclear persa firmado por Irán y varias potencias en 2015.
El gobierno del presidente iraní, Hassan Rohani, ordenó una investigación por “conspiración” por la filtración y llamó a identificar al autor del “robo” de la grabación.
Este domingo, por su parte, Zarif pidió “perdón” a la familia de Soleimani, a raíz de la filtración. “Espero que la respetada familia de Soleimani me perdone”, indicó el canciller iraní en un comunicado en Instagram, reconociendo que los “sentimientos puros” de los familiares del general fallecido resultaron “heridos”.
El líder de la Fuerza Quds, encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, murió en un ataque estadounidense en Bagdad, en enero de 2020.
“Si hubiera sabido que una sola palabra [de estas declaraciones] se iba a hacer pública, no las habría pronunciado”, aseguró Zarif.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, en inglés) surgieron en 1979 tras la Revolución Islámica que depuso al Sha de Persia e instauró el actual régimen teocrático dirigido por los ayatolás.
También conocida como pasdaran (“guardianes” en farsi), esta fuerza paramilitar fue pensada como una rama de las Fuerzas Armadas de Irán encargada de proteger precisamente el régimen teocrático y la república islámica, a diferencia del rol más tradicional de protección de fronteras del ejército, la marina y la fuerza aérea.
Se cree que actualmente cuenta con unos 120.000 miembros destinados a unidades terrestres, navales y aéreas, y la Fuerza Quds, que es su división de operaciones en el extranjero. Además, controla a las milicias Basij, que suman otros 90.000 miembros.
Su vinculación como patrocinador del terrorismo y su rol desestabilizador acusado por Estados Unidos, que en abril de 2019 la designó como organización terrorista, están relacionados a las acciones de la Fuerza Quds, que dirige precisamente las operaciones iraníes en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano,entre otros países.
En este rol, la Fuerza Quds apoya y entrena a los grupos terroristas Hezbollah en el Líbano, y Hamas y Yihad Islámica en la Franja de Gaza, además de las milicias hutíes en Yemen y a distintos grupos chiitas en Siria y Afganistán.
Con información de AFP y EFE
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