¿Es seguro mezclar dosis de las vacunas contra el COVID-19?

  03 Mayo 2021    Leído: 1269
¿Es seguro mezclar dosis de las vacunas contra el COVID-19?

La perspectiva de combinar inoculantes ofrece la oportunidad de reforzar los lanzamientos de fármacos y, potencialmente, aumentar la inmunidad proporcionada. Sin embargo, la evidencia en torno a este enfoque es escasa. La visión de los expertos consultados por Infobae.

Ante un visible problema de fabricación, distribución y logística para que las diferentes vacunas contra el COVID-19 aprobadas puedan llegar a ser aplicadas en los hombros de millones de personas en todo el mundo, investigadores alrededor del globo están probando combinaciones. Algunas son sometidas a ensayos clínicos, mientras que otras solo están siendo testeadas en animales.

Todas las vacunas contra el nuevo coronavirus ampliamente disponibles, con la excepción de la de Johnson & Johnson (J&J) de una sola inyección, requieren dos dosis. La primera dosis prepara el sistema inmunológico y la segunda (generalmente administrada unas semanas después de la primera) lo refuerza. La perspectiva de mezclar dosis de vacunas ofrece la oportunidad de reforzar los lanzamientos de inoculantes y, potencialmente, aumentar la inmunidad proporcionada. Sin embargo, cuando se trata de COVID-19, la evidencia en torno a este enfoque es escasa.

Si bien los fabricantes de medicamentos están produciendo una variedad de vacunas efectivas y seguras, existen obstáculos innegables en la cadena de suministro y barreras que superar si lo que se busca es que la mayoría de la población esté completamente vacunada a corto plazo. Asimismo, con situaciones como los casos raros de coágulos de sangre potencialmente relacionados con las vacunas AstraZeneca y J&J, hay millones de personas que han recibido una primera dosis de estas inyecciones y ahora no pueden o no quieren recibir una segunda.

Algunos expertos se preguntan si la flexibilidad para permitir la vacunación de dosis mixtas podría ayudar a las personas a vacunarse por completo más rápido. Otros han argumentado que mezclar dos vacunas diferentes en realidad podría hacer un mejor trabajo de protección contra el COVID-19. Sin embargo, como era de esperar, muchos expertos siguen siendo escépticos sobre la mezcla de vacunas.

Un aspecto importante a considerar son las complicaciones regulatorias involucradas en la mezcla de dos vacunas diferentes. ¿Qué pasa si uno está autorizado para uso de emergencia y el otro no? También se desconoce si la idea de usar dos vacunas diferentes que se basan en dos plataformas de refuerzo de la inmunidad subyacentes diferentes es realmente contraproducente. Pero la pregunta más importante sin respuesta es si la combinación de vacunas provocará reacciones adversas no deseadas.

En este contexto, Infobae consultó a especialistas sobre el posible efecto protector y la seguridad de suministrar dos dosis de vacunas diferentes. “Todavía no hay respuestas definitivas y la mayoría de los investigadores consideran que por ahora no se debería hacer. Hoy por hoy no hay ningún estudio publicado de lo que se llama intercambiabilidad de vacunas. Aun así, el sistema de salud británico está iniciando estudios para conocer si los esquemas mixtos generan una respuesta inmune tan buena como los esquemas estándar”, sostuvo en diálogo con este medio el médico infectólogo Eduardo López, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica.

En enero, el Reino Unido implementó un cambio en sus lineamientos relacionados con las vacunas: si no estaba disponible la segunda dosis de una determinada vacuna, los pacientes podrían recibir una diferente. Esta nueva regla se basaba en simples conjeturas; en ese momento, no existían datos científicos que demostraran que mezclar dos vacunas contra el coronavirus fuera inocuo y eficaz. Pero es posible que eso cambie pronto. En febrero, investigadores de la Universidad de Oxford iniciaron un ensayo en el que los voluntarios recibieron una dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech seguida de una dosis de la de AstraZeneca o viceversa. Este mes, comenzarán a analizar la sangre de esas personas para ver qué tan bien funciona este método.

“Es posible que mezclar vacunas no solo ayude a evitar los cuellos de botella en el suministro. Algunos científicos sospechan que un par de vacunas diferentes podría funcionar mejor que dos dosis de la misma vacuna. Creo que estamos en la antesala de obtener algunos datos interesantes”, señaló en diálogo con The New York Times Adam Wheatley, un inmunólogo de la Universidad de Melbourne en Australia.

El concepto de combinar las vacunas —a veces llamado estímulo primario heterólogo— no es algo nuevo. Durante décadas, los científicos han investigado esta estrategia con la esperanza de hallar combinaciones eficaces contra toda una serie de virus como el de la influenza, el VIH y el del ébola.

Sin embargo, los científicos no obtuvieron muchos resultados de todas esas investigaciones. Era muy fácil demostrar que dos vacunas podrían funcionar bien juntas en un ratón. Pero es muy difícil realizar ensayos clínicos reales con una combinación de vacunas. “Para que una sola empresa desarrolle dos brazos paralelos de una vacuna se requiere el doble de trabajo y el doble de costos”, comentó Wheatley.

Los especialistas apuntan que “ante la falta de estudios, las dosis de las vacunas no deben mezclarse”. “Si la gente recibe una vacuna distinta en la segunda dosis de la que le administraron en la primera por accidente, es probable que funcione bien y sea bien tolerada, pero se necesitan evidencias para estar seguros”, aseguró Naor Bar-Zeev, experto en vacunas de la Universidad Johns Hopkins.

“La intercambiabilidad entre las vacunas es y ha sido a lo largo del tiempo un área de interés en la vacunología porque facilita mucho desde lo operativo; beneficia el cumplimiento de los programas de vacunación y evita oportunidades perdidas. Sin embargo, una característica de estas vacunas es que, por ahora, se aconseja no intercambiarlas. Por eso, si bien se trata de una iniciativa más que interesante, sería importante constatar que puedan ser intercambiables. Desde lo hipotético parece plausible”, explicó consultado por este medio, el doctor Francisco Nacinovich, jefe de Infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires y miembro de la comisión de vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología.

La aparición de una guía que sugiere que dos vacunas diferentes podrían administrarse a un individuo ha generado temores de que pueda socavar la eficacia de cualquier inmunización. Hubo críticas a la opción “mezclar y combinar” después de que un informe del New York Times sugiriera que podría convertirse en una práctica estándar. El profesor John Moore, de la Universidad de Cornell en Estados Unidos, dijo que “no hay datos sobre esta idea en absoluto” y que los funcionarios británicos “parecen haber abandonado la ciencia por completo ahora y solo están tratando de adivinar la manera de salir de un lío”.

Al rechazar la afirmación, la doctora Mary Ramsay, jefa de Inmunizaciones en Public Health England, dijo: “No recomendamos mezclar las vacunas COVID-19; si su primera dosis es la vacuna Pfizer, no debe recibir la vacuna AstraZeneca para su segunda dosis y viceversa. Puede haber ocasiones extremadamente raras en las que la misma vacuna no esté disponible, o en las que no se sepa qué vacuna recibió el paciente. Se debe hacer todo lo posible para administrarle la misma vacuna, pero, cuando esto no sea posible, es mejor una segunda dosis de otra vacuna que nada”.

En la misma línea, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) han advertido contra la mezcla de vacunas a menos de que existan “situaciones excepcionales”, como una escasez de la vacuna de primera dosis debido a problemas de producción o distribución.

Los expertos en salud tienden a estar coincidir en que combinar las vacunas puede ser una estrategia segura a nivel inmunológico, pero los ensayos clínicos deben seguir su curso. Hasta ahora “el principal riesgo es si el sistema inmunológico no responde tan bien y la vacuna se vuelve menos efectiva”, dijo Matthew Snape, profesor asociado de pediatría y vacunación en la Universidad de Oxford, quien es el investigador principal del ensayo Com-Cov.

Para Lautaro de Vedia, médico infectólogo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), “como hipótesis, la combinación de vacunas es interesante. Pero no hay ningún estudio que haya analizado esta situación. De ninguna manera es algo que pueda hacerse porque no cuenta con un sostén científico. No se sabe si es inocuo, beneficioso o indiferente. No hay estudios que avalen el uso de combinación de vacunas”.

Con él coincidió el médico infectólogo Roberto Debbag (MN 60253), quien opinó que “es lo que se viene, la probabilidad de combinaciones entre formulaciones”, pero admitió que “hasta que no se publiquen datos no se pueden hacer intercambios de diferentes plataformas de elaboración de vacunas”.

“En un futuro próximo, muy seguramente, las vacunas se van a combinar. Se van a combinar porque todas las vacunas están dirigidas contra el mismo antígeno viral, la glicoproteína S, de la espiga del coronavirus. De la misma manera que cuando éramos chicos y nos dábamos la vacuna antitétanos o para el sarampión no importaba qué laboratorio había hecho la primera vacuna, la primera dosis”, precisó a este medio la doctora Marta Cohen, patóloga pediátrica argentina que vive en Sheffield, Reino Unido.

De acuerdo a Cohen, “de la misma manera, va a ser seguramente y ya se está probando, que nos podamos dar cualquier tipo de vacuna para la segunda dosis, no importa cuál haya sido la primera. De hecho en Francia, aquellos que recibieron la primera dosis de Oxford-AstraZeneca van a recibir como segunda dosis la vacuna de Pfizer”.


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