Cuando el Instituto Pasteur no descarta una cuarta ola del coronavirus el verano que viene, Emmanuel Macron ha anunciado un desconfinamiento condicional en cuatro etapas, que pudiera culminar el 30 de junio con un posible fin de todas las restricciones.
En una entrevista concedida a varios diarios de provincias, con el fin de «descentralizar» una información ultrasensible para toda la nación, el presidente de la República anuncia una salida del confinamiento y el toque de queda en cuatro etapas.
Primera etapa. A partir del 3 de mayo se levantarán todas las limitaciones para los desplazamientos locales, regionales, nacionales. Los desplazamientos internacionales seguirán estando limitados según la situación en los viajes de posible destino. Continuarán mantenidos el toque de queda a las siete de la tarde. El teletrabajo seguirá siendo «muy aconsejable».
Segunda etapa. A partir del 19 de mayo, el toque de queda comenzará a las 9 de la noche, hasta las 6 de la mañana del día siguiente. Bares y restaurantes, por su parte, podrán abrir sus terrazas, prohibiéndose las reuniones de más de 6 personas. Todos los comercios podrán abrir, con las limitaciones sanitarias conocidas. Museos, monumentos, cines, teatros y salas de espectáculos podrán reabrir, con la limitación de entradas máximas de 800 a 1.000 personas. Por el contrario, el Estado podrá volver a decretar cierres temporales, locales o regionales, en los departamentos donde la incidencia de las variantes del coronavirus pueda ser superior a los 400 casos por cada 100.000 habitantes.
Tercera fase. Cafés, restaurantes y salas de deportes podrán reabrir a partir del 9 de junio. En las salas de cafés y restaurantes continuarán prohibidas las mesas con más de seis personas. Los centros culturales y deportivos podrán recibir hasta 5.000 personas. El toque de queda comenzará hasta a las 11 de la noche, hasta las 6 de la mañana del día siguiente.
Cuarta fase. El 30 de junio deberían terminar todas las restricciones impuestas en Francia desde el otoño pasado. El toque de queda deberá terminar antes de las vacaciones veraniegas.
Ese es el proyecto gubernamental, presentado personalmente por Emmanuel Macron con mucha prudencia y esta advertencia: «Si la evolución de la crisis sanitaria diese signos de empeorar, el Gobierno se reserva la restauración de medidas sanitarias de rigor».
La prudencia escalonada del «fin» provisional de todas o casi todas las restricciones obedece, quizá, a una advertencia del Instituto Pasteur, una de las grandes instituciones científicas de Francia. Según el famoso instituto, Francia podría ser víctima de una cuarta ola del coronavirus, el verano que viene, si el ritmo la vacunación nacional y el ritmo de la propagación del Covid-19 no variase de la forma esperada.
abc
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