El pasado viernes se dio a conocer una carta abierta firmada por más de 500 empleados de la tecnológica estadounidense Alphabet, en la que exigen que Google (su principal filial) deje de proteger a los que son denunciados por acoso dentro del ámbito laboral.
"Este es un patrón habitual, en el que Alphabet protege al acosador en lugar de proteger a la persona dañada por el acoso", señalan en el texto. "La persona que denuncia el acoso se ve obligada a soportar la carga, por lo general abandona Alphabet, mientras que su acosador se queda o es recompensado por su comportamiento", agregan.
La misiva presenta dos demandas fundamentales. En primer lugar, que Google prive a los acosadores de tener autoridad sobre otros empleados, pues "ningún acosador debe administrar o liderar un equipo". En segundo lugar, que la empresa cambie a los acosadores de equipo para que los colegas que fueron acosados no tengan que trabajar junto a ellos.
La carta abierta llega apenas dos días después de que Emi Nietfeld, exingeniera de Google, publicara un artículo de opinión en The New York Times en el que afirmaba que se vio obligada a tener reuniones individuales con el hombre que la acosaba y sentarse junto a él en la oficina, incluso después de haber presentado una queja a recursos humanos.
"Me alegra ver esta carta", dijo Nietfeld durante una entrevista telefónica con The Verge. "Me recuerda lo geniales que eran algunos de mis antiguos colegas y por qué me encantaba trabajar con ellos. Google contrata a tantas personas apasionadas por hacer lo correcto. Es una lástima que el sistema les impida hacer eso".
Casos incluso más drásticos han ocurrido bajo la tutela de Google. Por ejemplo, Andy Rubin, el creador de Android, recibió un paquete de salida de 90 millones de dólares en 2014, después de que una mujer lo acusó de obligarla a practicar sexo oral.
Otro caso es el de Amit Singhal, un ex ejecutivo de búsqueda de Alphabet que recibió 35 millones de dólares cuando se vio obligado a renunciar después de una investigación de agresión sexual.
En una declaración a The Verge, un portavoz de Google enfatizó que la compañía ha cambiado su manejo de las denuncias de acoso desde que en 2018 se produjo una multitudinaria huelga de empleados que denunciaban este problema.
"Hemos realizado mejoras significativas en nuestro proceso general, incluida la forma en que manejamos e investigamos las inquietudes de los empleados, y hemos introducido nuevos programas de atención para los trabajadores que informan sus inquietudes", aseveró el portavoz. "Reportar una mala conducta requiere coraje y continuaremos nuestra labor para (...) apoyar a las personas que lo hacen", prometió.
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