Terrorismo de la Universidad, añadió que "si bien hubo un aumento relativo en el número de personas que se han radicalizado en EEUU y han sido reclutadas por el grupo en los últimos cinco años, otras organizaciones yihadistas, sobre todo Al Qaeda, siguen siendo populares y activas". El estudio, titulado "No solo el califato", examinó 178 casos de personas acusadas por delitos terroristas de inspiración yihadista en EEUU desde el inicio del levantamiento en Siria, en marzo de 2011, hasta el 31 de julio de 2016. De esos 178 acusados, 79 no guardaban relación con Daesh, sino con Al Qaeda o la milicia extremista afgana Talibán, que defienden una ideología similar a la salafista-yihadista.
La investigación revela que 26 (33%) de los acusados de delitos de terrorismo no relacionados con Daesh fueron detenidos en 2011 y que en los años posteriores, el número anual de detenciones no relacionadas con Daesh cayó, pues fueron 12 en 2015 y tres desde el comienzo de 2016. Asimismo en el 38% de los casos no relacionados con Daesh, los individuos involucrados intentaron o lograron viajar con éxito al extranjero. Los destinos incluían países como Siria, Yemen, Afganistán, Somalia, Arabia Saudí y Pakistán. De igual forma, viajaron o intentaron viajar 46% de las personas procesadas y vinculadas con Daesh en el mismo período.
Otro de los resultados importantes del estudio revela que 52 de las 79 personas acusadas de delitos de terrorismo yihadista no relacionados con Daesh son ciudadanos estadounidenses o residentes legales, cuatro son refugiados, dos estaban en el país de forma irregular cuando fueron detenidos y uno contaba con visa de estudiante. Este estudio sugiere que la radicalización de la violencia islamista puede ser un problema para Occidente mucho más allá de la existencia de Daesh u otros grupos, debido a la expansión de una ideología extremista que un sector de la sociedad encuentra atractiva.
Sputnik
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