La crisis sanitaria y los sucesivos confinamientos han influido en las prácticas de los jugadores online, según un informe encargado por la Autoridad Nacional del Juego de Francia a la encuestadora Harris Interactive. Si los que están familiarizados con el juego han cambiado muy poco su comportamiento en este periodo de pandemia, el estudio apunta a la llegada de nuevos jugadores en masa. En particular, los jóvenes que participan en apuestas deportivas e hípicas, juegan al póquer y frecuentan asiduamente las plataformas de casinos en línea.
Esta adicción al juego online se explica principalmente por el hecho de que tienen más tiempo libre. Pero los entrevistados refutan la idea misma de que sean dependientes. La lucha contra el aburrimiento o la necesidad de distraerse de la grave crisis epidémica son algunos de los argumentos expresados por muchos internautas.
“Porque en el fondo, no estamos bien... "
Pero el límite entre una práctica recreativa y una verdadera adicción es extremadamente tenue, estima el Dr. Christophe Cutarella, especialista en adicciones y miembro del colegio científico de la Fundación de establecimientos de hospitalización privados, Ramsay Health. “Cuando se pasa mucho tiempo detrás de una pantalla, ya sea para trabajar o para jugar, es lógico que sea perjudicial a largo plazo. Esta crisis sanitaria ha acentuado las adicciones porque en el fondo no estamos bien”, explica. “No podemos salir, así que vamos a hacerlo todo virtualmente con nuestro teléfono que está al alcance de la mano o con nuestro ordenador”.
“Por si fuera poco, y para empeorar las cosas”, continúa el experto, “hay muchos anuncios online que nos invitan constantemente a apostar. El período que estamos atravesando tendrá repercusiones tanto físicas como mentales, como el aumento de peso o el deseo incontrolable de jugar más y más. Y luego habrá consecuencias a más largo plazo, déficit de adquisición de conocimientos en los niños o dejar de salir a hacer deporte y recuperar la forma... Pero desde el punto de vista del psiquiatra y del adicto, veo que las consecuencias de la crisis sanitaria sobre nuestra salud mental ya están ahí”.
Además de los problemas de adicción, varios estudios publicados en marzo de 2021 señalan los efectos adversos del confinamiento en la salud mental de los ciudadanos. La Dirección de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadística, que llevó a cabo un estudio durante el confinamiento de la primavera boreal de 2020, muestra un hallazgo contundente: una de cada siete personas experimentó un síndrome depresivo grave tras este primer episodio. Las mujeres y los jóvenes fueron los más afectados por esta depresión generalizada.
Una tendencia que probablemente aumentará con el cierre de escuelas y las restricciones extendidas a toda la Francia metropolitana anunciadas el miércoles 31 de marzo por Emmanuel Macron. El presidente cuenta ahora con una llegada masiva de vacunas en abril para acabar con esta crisis sanitaria que afecta a todos los francesces desde hace más de un año.
Nota publicada originalmente en RFI
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