Escritor cubano residente en España siente “perplejidad existencial“ ante muerte de Fidel

  06 Diciembre 2016    Leído: 474
Escritor cubano residente en España siente “perplejidad existencial“ ante muerte de Fidel
Ronaldo Menéndez, novelista cubano que reside en España desde 2004 y dirige la escuela de escritores de Madrid “Billar de Letras”, dijo en una entrevista a Sputnik que la muerte del líder cubano, Fidel Castro, lo desconcertó más que la muerte de su propio progenitor.
"Con la muerte de un padre biológico todo acaba, con la muerte de un líder como Fidel, muchas cosas se abren", asegura el autor de "Rojo aceituna. Un viaje a la sombra del comunismo", un título publicado en 2014 para la editorial Páginas de Espuma. Según Menéndez, ese suceso "obliga a plantearte preguntas generales con respecto al destino de toda una nación, y este destino afecta directamente, obliga a posicionarte". "La sensación de incertidumbre, y la perplejidad existencial, fue mayor con la muerte de Fidel; las connotaciones simbólicas de la muerte de Fidel, en mi imaginario, son más significativas que la de mi padre biológico, cuya muerte, si bien posee cierto simbolismo, pertenece sobre todo al ámbito de los afectos", destacó el literato, que recientemente presentó a los lectores españoles su última obra, "La casa y la isla". Al referirse a su llegada a España, afirma que arribó "andando sobre las aguas y dispuesto a no dejarse crucificar". "Como dice Serrat: no me siento extranjero en ningún lugar, donde haya lumbre y vino tengo mi hogar; y ya se sabe que en España hay mucho vino, oportunidades para los escritores no hay demasiadas, pero lo que es vino y ruido, sí", advierte el escritor, que se jacta de nunca haber tenido un teléfono móvil. Menéndez asegura que para él siempre fue importante que su literatura trascendiera la isla del Caribe, donde vivió hasta 1997, año en el que ganó el premio Casa de las Américas de Cuba con "El derecho al pataleo de los ahorcados" y partió a Perú.

"Como `somos memoria`, trabajo con esos ingredientes que están en mí, y cuya referencia evidente es Cuba, pero me gusta pensar que más que `novelas cubanas`, he escrito `novelas existenciales que se desarrollan en Cuba`, y creo que si en una especie de laboratorio mágico pudiese aislarse el componente químico cubano de mis novelas, seguiría habiendo conflicto y trama en el ámbito psicológico y existencial de los personajes, o seas, seguiría habiendo novela más allá de Cuba", señala. Cómo anécdota paradójica que marcó su vida, relata que en los años 90, cuando era "estudiante de Historia del Arte en la Universidad de La Habana, leía todo el día a Proust, Dostoievski y Hermann Hesse, en secreto criaba cerdos", vivencia que reflejó en su novela de 2006, publicada en Lengua de Trapo, "Las bestias". Comentando sus primeros pasos en la literatura, el escritor cubano destaca que su adolescencia "estuvo arropada en el grupo literario y etílico que se hizo llamar El Establo".

"Leíamos poesía y novela y todo lo demás, discutíamos sobre política, y nos creíamos filósofos de la manigua; toda mi obra es una exploración de las posibilidades del individuo dentro de unos condicionamientos externos que pesan mucho: los de la revolución, el poder, la nomenclatura", subraya. Al comentar la noticia de que la Unesco declarara la rumba cubana como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Menéndez advierte que en breve habrá "una especie de revisión inevitable, una paulatina reconsideración y rescate de los valores de la cultura y la intelectualidad cubana, poco a poco tendrá que ir ocurriendo una especie de clarificación, de rescate de libros, de ordenamiento de las cosas realmente valiosas que andan desperdigadas entre exilios, `aislamiento`, modas, y espejismos".
Sputnik

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