“El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) fue fundado mediante el Tratado de Asunción en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El bloque es un logro histórico en la región y uno de los hitos fundamentales de la integración económica latinoamericana, pensada para superar la anterior lógica de rivalidad entre los países e instaurar una dinámica de cooperación.
Con casi 300 millones de habitantes y una superficie cercana a los 15 millones de kilómetros cuadrados (un 50% más grande que el continente europeo y casi el tamaño de Rusia), el MERCOSUR es conocido por su gran potencial en materia de recursos naturales y alimentos. El bloque exporta el 63% de la soja del mundo, y es el principal exportador mundial de carne vacuna, carne de pollo, maíz, café y hierro, así como también es el octavo productor mundial de automotores. Su PBI alcanzó en 2019 los US$ 4,467 billones (medido por paridad de poder adquisitivo), lo que lo coloca, en bloque, como la quinta economía más grande del mundo.
Si bien los objetivos explícitos de la fundación del MERCOSUR eran económicos y comerciales, el bloque tiene un papel relevante en la consolidación de la democracia y la eliminación de conflictos. La paz es una condición necesaria para el desarrollo, y la integración regional ha sido históricamente un instrumento clave para consolidar nuestra región como zona de paz y cooperación, sin conflictos bélicos.
Comenzamos en 1991 creando una zona de libre comercio para que nuestros bienes y servicios circulen sin restricciones, y también un arancel externo común que permite administrar el intercambio con el resto del mundo. Esto permitió que nuestro comercio mutuo creciera vigorosamente.
Desde sus primeros años el MERCOSUR negoció y firmó acuerdos comerciales con la mayor parte de los países de la región latinoamericana, lo que permite contar hoy día con un área de libre comercio que abarca a la mayor parte de los países de América Latina. Asimismo, hemos negociado también acuerdos comerciales con la Unión Europea, la EFTA, Israel, Egipto, India, los países del sur de África, entre otros. El MERCOSUR no es un bloque cerrado al comercio exterior, sino una plataforma para que nuestros países se proyecten al resto del mundo.
Por otro lado, la cooperación dentro del MERCOSUR se extiende a numerosos ámbitos: la cultura, la educación, la ciencia y la tecnología, la construcción de una ciudadanía común, la coordinación de políticas sociales y económicas, etc.
El mundo se encuentra experimentando una reconfiguración de la estructura del poder mundial, junto con una crisis de las instituciones internacionales que nos han regido en los últimos setenta años. Frente a los desafíos e incertidumbres que plantea este escenario, no tenemos dudas de que la integración de nuestros países seguirá siendo el mejor camino para impulsar nuestro desarrollo, preservar nuestra soberanía, promover el bienestar de nuestros pueblos e integrarnos al mundo”.
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