Pero casi todos los amputados informan sentir su extremidad perdida, y hasta un 80% afirma padecer dolor real.

Este padecimiento puede llegar a ser crónico, y es muy difícil de curar. Los tratamientos incluyen estimulación nerviosa eléctrica, anestésicos, acupuntura, medicamentos e incluso cirugía invasiva, pero hay muchos pacientes que no sienten ningún alivio. No obstante, Max Ortiz Catalan, de la Universidad Tecnológica de Chalmers, Suecia, ha inventado un enfoque diferente: la realidad aumentada. Su investigación ha sido publicada en la prestigiosa revista The Lancet. Su sistema utiliza sensores mioeléctricos que detectan las señales viajando a través del músculo en el extremo del miembro amputado del paciente.

Estas se traducen en movimientos que se muestran en una pantalla que representa un espejo del paciente, pero con una gran diferencia. La versión virtual del paciente tiene ambas extremidades. Así, los pacientes piensan en mover su extremidad y ven esos movimientos ocurrir en la pantalla delante de ellos. En el experimento han participado 14 pacientes y cada uno ha tomado parte en 12 sesiones durante seis semanas. Los investigadores han seleccionado los casos más difíciles de varias clínicas. Los resultados han sido muy positivos.

En la última sesión, los pacientes informaron que la intensidad del dolor había disminuido alrededor del 50% y que su intrusión en la vida diaria también se había reducido a la mitad. Dos de los cuatro pacientes en el grupo que tomaban medicamentos incluso fueron capaces de bajar la dosis de su medicación. "Ahora vamos a ampliar nuestro estudio con un mayor ensayo clínico controlado", dijo Catalan.
Sputnik

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