El sueño ‘Brangelina’ da paso a la pesadilla. El cuento de la pareja de guapos y millonarios que se conocen en el rodaje de una película en la que ambos acaban a tiros (‘Sr. y Sra. Smith’) ha terminado en la vida real en un combate cuerpo a cuerpo en los juzgados. Por el camino, Angelina Jolie (45 años) y Brad Pitt (57 años) han dejado diez años de relación y dos años de matrimonio que hicieron las delicias del ‘corazoneo’, además de seis hijos por cuya custodia ‘La guerra de los Rose’ parece una broma.

Aunque oficialmente separados en 2016 y con un acuerdo sobre la custodia de los hijos alcanzado en 2018, al año siguiente llegaron a contratar a un juez para formalizar en total secreto las condiciones de su divorcio. No lo llegaron a firmar, pero al menos obtuvieron una solución legal que les permitía declararse solteros aun estando pendientes de una sentencia definitiva.

Ahora, pendientes de un juicio que se ha ido dilatando en el tiempo, el ventilador se ha puesto en marcha para esparcir los secretos más turbios de la pareja, porque la custodia compartida ya no es lo que busca Angelina Jolie, que ha decidido dar un paso que puede arruinar la carrera de Brad Pitt. Los abogados de la actriz aseguran contar con nuevas pruebas y documentación que demuestran tanto los abusos físicos y verbales como el comportamiento violento del actor: además, no sólo declarará ella, sino que se apoyará en los cruciales testimonios de sus hijos, cuya presencia se va a solicitar al juez. De los seis, solo Maddox (19 años) es mayor de edad. En el caso de Pax (16), Zahara (15), Shiloh (14) y los gemelos Knox y Vivienne (12) necesitarían el permiso de los progenitores o una orden judicial.

Hasta ahora, la pareja había mantenido a los niños fuera de la guerra, incluso alardeaban de que su único interés era proteger a su familia ante todo. Se acabó la tregua.

Al parecer, todo empezó con Maddox: el miércoles 14 de septiembre de 2016, el año en que se separaron, la familia volaba en un jet privado desde Francia, donde tienen un castillo para pasar las vacaciones de verano, a Los Ángeles, de vuelta al trabajo. En este vuelo, algo sucedió. Nunca se han sabido los detalles, pero las versiones de fuentes cercanas a Angelina hablan de un Brad Pitt ebrio que habría insultado y pegado a su hijo mayor, que por entonces tenía 15 años. Otras detallan que a quien iba realmente a pegar era a su mujer, y que Maddox se interpuso para evitar la agresión. Sin embargo, fuentes cercanas a Brad hablan de la actitud inmadura y caprichosa del adolescente, que casi provoca un accidente en el despegue. El FBI investigó el caso, pero finalmente todo quedó en nada. Padre e hijo estuvieron cuatro años sin hablarse: se saludaron en mayo del año pasado, en la fiesta de cumpleaños de Shiloh, celebrada en su mansión, donde Brad tiene un horno de pizza en el que le preparó el plato favorito de su hijo.

Eso sí, poco después del incidente volvieron los problemas del actor con el consumo de alcohol, que él mismo reconoció en varias entrevistas.

Lo que nadie sabe es qué nuevos testimonios y qué nuevas pruebas tiene Angelina Jolie para dar semejante paso y exponer a sus seis hijos en un estrado. Los rumores se han disparado en Hollywood. Brad cuenta con el total apoyo de Jennifer Aniston, la otrora conocida como ‘novia de América’, precisamente cuando Brad la dejó. Pero esa herida cicatrizó y ambos no sólo son ahora buenos amigos, también son socios en una productora -Plan B Entertainment- que está cosechando grandes éxitos: ganó el Oscar a la Mejor Película por ‘Moonlight’, puede repetir la hazaña este año con ‘Minari’.

Una sentencia acusatoria condenaría a Brad Pitt a una más que segura ‘cancelación’. Por otro lado, su exculpación total podría convertir a Angelina en una ‘Maléfica’ de carne y hueso. Pase lo que pase, uno de ellos lo perderá todo.

abc

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