Un equipo de arqueólogos australianos ha descubierto una forma previamente desconocida de preservar los cuerpos en el antiguo Egipto al encontrarse con una rara "momia de barro", que encapsula al difunto en una especie de caparazón de arcilla, según una nueva investigación publicada esta semana en la revista PLOS ONE.
Se trata de la primera momia de este tipo que ha sido estudiada utilizando métodos modernos de tomografía computarizada.
Los especialistas examinaron una momia antigua alojada en el museo de la Universidad de Sydney que había sido donada por un coleccionista llamado Sir Charles Nicholson. El hombre había comprado el cuerpo momificado junto a un sarcófago de madera en 1860.
A pesar de que la momia fue estudiada en 1999, los científicos hasta hace poco creían que la cubierta de arcilla era una especie de resina protectora, pero resulta que el barro endurecido probablemente desempeñaba el papel de un sarcófago y que el ataúd de madera en el que yacía no estaba relacionado en absoluto.
El sarcófago de madera tiene inscrito el nombre de una mujer llamada Meruah, que data del año 1000 a.C. Pero la datación por carbono ha revelado una discrepancia de 150-200 años con el cuerpo momificado, probablemente debido a un "juego" hecho por comerciantes de antigüedades.
¿Por qué estaba cubierta de barro?
Si bien el cuerpo no es de Meruah, se determinó que dentro del sarcófago de arcilla yace el cuerpo de una mujer de entre 26 y 35 años. Los escaneos revelaron que una capa de barro y paja se encuentra entre dos capas de lino. También se descubrió que el caparazón está cubierto en la parte superior con un pigmento blanco a base de calcita y luego de ocre, un pigmento mineral rojo.
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Lo que también intriga a los investigadores es que las imágenes muestran que el cuerpo fue dañado poco después de la momificación y se cree que la "envoltura de barro" pudo ser utilizada para estabilizar la momia.
Además de la función práctica, los científicos creen que el uso de la arcilla pudo haber sido una especie de imitación de una práctica funeraria de la élite que consistía en cubrir el cuerpo del difunto con una resina especial importada del Mediterráneo. "El barro es un material más asequible", comentó Karin Sowada, autora principal e investigadora del Departamento de Historia y Arqueología de la Universidad Macquarie.
"Este estudio ayuda a construir una imagen más amplia y detallada de cómo los antiguos egipcios trataban y preparaban a sus muertos", concluyó Sowada.
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