El jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell, viaja a Rusia este jueves (03.02.2021) para sondear si el Kremlin tiene la intención de cooperar con la UE pese a las presiones por el caso del opositor Alexéi Navalni, condenado a tres años de prisión.
El gobierno ruso rechaza cualquier injerencia en sus asuntos internos y ya advirtió a la UE que considera "insensato" condicionar el futuro de su relación bilateral a Navalni, condenado a cumplir una condena impuesta en 2014 por supuesta malversación de fondos en detrimento de la filial rusa del grupo francés Yves Rocher.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia estaba dispuesta "a todo" para mejorar las relaciones con la UE, pero no a "escuchar consejos".
La visita generó críticas en diversas capitales europeas, que temen que las autoridades rusas presenten la gira de Borrell como una prueba de normalidad en las relaciones.
Borrell no se hace ilusiones. "No creo que consiga la liberación de Alexéi Navalni", declaró el lunes durante un debate de la Fundación Schuman, un centro europeo de reflexión política.
"Borrell no conseguirá nada, eso es seguro. (Vladimir) Putin nunca mostrará debilidad", dijo a la agencia AFP Alexéi Malashenko, experto del Instituto de Investigación del Diálogo entre Civilizaciones.
Borrell llegará a Moscú por la noche para una visita de dos días, hasta el 6 de febrero. Ha recibido el mandato de los países de la UE para transmitir a los dirigentes rusos el descontento de la UE con la represión de la oposición y los obstáculos a las actividades de la sociedad civil.
El enviado europeo ya adelantó que desea reunirse con Navalny, si las autoridades rusas lo permiten, y con representantes de la sociedad civil.
Las relaciones entre Bruselas y Moscú han estado en permanente tensión desde 2014, tras el conflicto en Ucrania, agravada por divergencias sobre la situación en Bielorrusia, Siria, Libia y el Cáucaso.
dw
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