Según cuenta, el secreto está en su genética, pues su madre vivió hasta los 91 y varias de sus hermanas alcanzaron los cien años. Pero también atribuye su longevidad a los tres huevos (dos crudos) que consumía diariamente. Afirma que adoptó esta dieta de joven, cuando un médico le diagnosticó anemia, poco después de la Primera Guerra Mundial. Actualmente, redujo la ración a sólo dos huevos por día y algunas galletas. Resalta su médico, Carlo Brava — quien la atiende desde hace más de 27 años-, que esto contradice todos los consejos para llevar una vida saludable. "Emma siempre comió muy pocos vegetales y muy poca fruta. Cuando la conocí, comía tres huevos al día, dos crudos por la mañana y luego un omelet al mediodía, y pollo en la cena", apunta el galeno, quien agrega que a pesar de todo, parece ser "eterna".
La dama considera además que consiguió llegar a tan avanzada edad gracias a que logró echar a su marido en 1938, un año después de que muriera su bebé, a los seis meses. Asegura que su matrimonio nunca fue saludable según una entrevista concedida a La Stampa, no le quedó otra alternativa. "Él me dijo: `si tienes suerte te casas conmigo, sino te mato`. Yo tenía 26 años. Y me casé".
Tras ese fracaso Morano no volvió a contraer matrimonio. "No quería que me dominara nadie", afirmó en cierta ocasión al diario estadounidense The New York Times. La anciana trabajó hasta los 75 años y actualmente reside en un departamento de dos habitaciones del que no sale desde hace 20 años. Hasta un musical le dedicaron, una obra que según su autor, "representa el coraje femenino que se rebela contra la violencia doméstica".
Reuters
Etiquetas: