Nizamí Ganjaví combinó la filosofía y la poesía con la historia y la leyenda para crear un legado literario que resuena hasta nuestros días. Nizamí recibió una educación ejemplar que incluía ciencias, matemáticas, teología islámica, historia, filosofía, ética y literatura persa y árabe. Su educación se refleja a menudo en su poesía, que empezó a escribir a los treinta años.
Nizamí es más conocido por su Jamsa (Khamsa), o "Quinteto" (cinco poemas) - Tesoro de misterios" (1175), Josrov y Shirin (1180), Leylí y Majnun (1188), Siete bellezas (1197) e Isgandarname, que consta de dos partes: "Iqbalname" y "Sharafname" (1203). Cada una de las cinco epopeyas que componen su Jamsa están escritas con una métrica única. Sentaron una sólida base para la gran escuela literaria de Nizamí, que sigue ejerciendo su influencia en la actualidad. Sus obras, con sus innovaciones poéticas únicas y sus temas universales, han trascendido las fronteras para influir en la literatura de tierras lejanas.
Conocido como poeta, erudito y filósofo, Nizamí es reconocido por utilizar su poesía para examinar el desarrollo de la humanidad en la sociedad. Sus poemas épicos románticos están llenos de emoción apasionada y comentarios filosóficos sobre la humanidad.
Nizamí no se conformó con su profundo intelecto y su talento poético. A lo largo de su vida persiguió el conocimiento con diligencia y duplicó su experiencia con su talento poético; estos dos grandes atributos contribuyeron a su investigación científica y filosófica sobre la felicidad del ser humano.
La influencia de Nizamí en la literatura perduró mucho después de su muerte. Fue uno de los principales defensores del uso de la lengua vernácula en la poesía, introdujo nuevos conceptos de estilo y fundó una nueva forma literaria. Su impacto literario se extendió por Irán, Turquía, Asia Central e India, donde los poetas imitaron Jamsa de Nizamí en forma y tema. Poetas posteriores como Jami, Amir Khusrow, Alishir Navai y Fuzulí recibieron una gran influencia de Nizamí.
Las obras de Nizamí Ganjaví se han traducido a muchos idiomas. Las raras copias manuscritas de sus obras se guardan y conservan como perlas preciosas en famosas bibliotecas, museos y fundaciones literarias de ciudades como Moscú, San Petersburgo, Bakú, Tashkent, Tabriz, Teherán, El Cairo, Estambul, Delhi, Londres, París y otras. Sus obras maestras se han traducido al inglés, el alemán, el italiano, el español, el ruso, el japonés y otras lenguas extranjeras, y su vida y su producción creativa se han estudiado a fondo.
Nizamí Ganjaví falleció en 1209 en su ciudad natal, Ganjá. Sobre su tumba se levantó una grandiosa tumba. Hay monumentos a Nizamí en muchas ciudades de Azerbaiyán, así como en Moscú, Roma, San Petersburgo, Kiev, Pekín, Tashkent y Chisinau.
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