Según AzVision, una de esas declaraciones se hizo recientemente en el parlamento armenio. Durante una reunión del Comité Permanente de Integración Regional y Euroasiática del parlamento, el Viceministro de Administración Territorial e Infraestructura de Armenia, Akop Vardanyan, señaló que una cantidad significativa de desechos radiactivos, así como que durante el funcionamiento de la planta de energía nuclear de Metsamor se produjo combustible nuclear no clasificado como “residuo industrial”.

Hizo la declaración en respuesta a una pregunta del presidente del comité, el diputado del partido “Armenia Próspera”, Michael Melkumyan, sobre el posible uso de estos desechos con fines militares.

Melkumyan preguntó en particular si los desechos radiactivos que quedaron después de la operación de la planta de energía nuclear armenia podrían usarse con fines militares, por ejemplo, para aumentar las capacidades de defensa del país y las capacidades del sistema de autodefensa.

“¿Podemos empezar a enriquecerlos? ¿Tenemos tanta suerte? ¿Podemos proporcionar un nivel tecnológico adecuado para esto? " preguntó Melkumyan. En respuesta a su pregunta, el viceministro dijo que en este caso solo podrían hablar de combustible nuclear almacenado en depósitos secos:

No obstante, no puedo hablar sobre la aplicación tecnológica de esta iniciativa, ya que no soy especialista en este campo. De las clases de química sabemos que el plutonio es el elemento principal para hacer una bomba atómica y se forma una vez quemado el uranio. Ahora bien, no puedo decirles cómo hacerlo y qué avance tecnológico deberíamos usar a este fin”,-añadió Vardanián.

Entretanto, le cuesta a Armenia a responder a la pregunta sobre su capacidad de avanzar desde el punto de vista tecnológico para lograr este objetivo. Según sus palabras, un país que plantea ante sí unas tareas tan principales debería gozar de una infraestructura relevante y los grandes centros científicos.

No es la primera vez cuando el parlamento armenio estudia de manera abierta las posibilidades de crear una “bomba sucia” contra Azerbaiyán. Tras la derrota en los enfrentamientos de Abril de 2016, el entonces diputado del parlamento de Armenia, ex primer minisro, Hrant Bagratián, declaró que al estado pertenece el arma nuclear.

El 23 de mayo de 2016 el Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en su intervención en la sesión plenaria de la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en Estambul, enfatizó que una de las principales fuentes de peligro para toda la región resulta ser la Central Nuclear de Metsamor con el plazo de explotacioń expirado:

“Están disponibles las informaciones acerca del uso ilegal del residuo radioactivo por Armenia. En abril del año en curso el ex premier armenio, parlamentario y otros funcionarios han declarado que Armenia dispone del arma nuclear llamada la “bomba sucia”. Esta declaración debe ser investigada escurupulozamente por parte de las adecuadas organizaciones internacionales. Es necesario poner fin a la amenaza y el chantaje nuclear de Armenia”.

Nuestro país ha declarado en repetidas ocasiones que la central nuclear de Metsamor es una amenaza abierta no solo para Azerbaiyán, sino para toda la región, y ha planteado este problema a nivel internacional. Lamentablemente, la comunidad internacional, especialmente el OIEA, no ha tomado las medidas necesarias en esta dirección.

Cabe señalar que la primera unidad de potencia de la Central Nuclear se puso en funcionamiento en 1976 y la segunda en 1980. Aunque la construcción de las unidades de potencia 3 y 4 de la Central Nuclear comenzó en 1983, el proceso se detuvo después del accidente de 1986 en la Central Nuclear de Chernobyl. Debido a la grave crisis que atraviesa Armenia, decidió reanudar la operación de la Central Nuclear en 1993, y dos años después se puso en servicio la segunda unidad de energía. Actualmente, solo está funcionando la segunda unidad de potencia de la central nuclear.

El año pasado, los funcionarios armenios destacaron que planeaban extender la vida útil de la planta de energía nuclear de Metsamor hasta 2026, pero que podría continuar funcionando hasta 2036 después de las reparaciones.

Aparentemente, a medida que esta "bomba viva" prolonga su funcionamiento, aumenta su amenaza potencial y Armenia continúa amenazando a la región.

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