Guterres hizo estas declaraciones en un evento dedicado al 75 aniversario de la primera sesión de la Asamblea General de la ONU, que tuvo lugar el 10 de enero de 1946 en la sala del Palacio de Westminster en Londres.
"La pandemia del COVID-19 influyó de un forma desproporcionada y terrible en los pobres, desheredados, adultos mayores, niños, personas con discapacidad, minorías… Sumió en la pobreza a 88 millones de personas y más de 270 millones se vieron amenazadas por la inseguridad alimentaria", dijo el secretario general.
Recordó que había llamado a cerrar "un nuevo contrato global" a nivel internacional.
"Se necesita mejorar la gestión del poder, de los recursos y de las posibilidades, distribuirlos de una forma más justa, los países en desarrollo deben desempeñar un rol proporcional en las instituciones globales", insistió Guterres.
"A nivel nacional he llamado a cerrar un nuevo contrato social entre las personas, gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para eliminar las fuentes de la desigualdad mediante una imposición más justa y mediante ingresos, riquezas, bienes y posibilidades universales para todos", remarcó el secretario general de la ONU.
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