Para el experto, "todo apunta a que la Administración Trump revisará buena parte de las concesiones que el presidente (Barack) Obama ha hecho a lo largo de los últimos dos años y condicionará cualquier avance con respecto a Cuba". A Raúl Castro le será más difícil gobernar la isla ahora que Fidel no está, ya no podrá pretextar la voluntad de su hermano mayor para retrasar las reformas, opinó el investigador. Los hermanos, añadió, siempre jugaron "en equipo" y habían ideado entre los dos el reacercamiento hacia EEUU, repartiéndose los papeles del policía bueno y el policía malo. Lea más: El futuro de Cuba tras la muerte de Fidel El fallecimiento de Fidel, a su juicio, obligará a Raúl Castro a ser más versátil para preservar el régimen, lo que permitirá al pueblo cubano y a Washington presionar a favor de reformas significativas.
Fidel Castro encabezó el movimiento que derrocó en 1959 a la dictadura de Fulgencio Batista, que apoyaba EEUU, y gobernó el país hasta el 31 de julio de 2006 cuando cedió el liderazgo de la isla a su hermano Raúl por problemas de salud. Falleció a los 90 años en la noche del viernes, hora local, según anunció Raúl Castro por la televisión nacional. El país guardará nueve días hasta que se celebre el funeral, previsto para la mañana del 4 de diciembre en Santiago de Cuba.
Sputnik
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