Ya son varias las semanas en las que la capital de Armenia, Ereván, acoge a miles de personas que se movilizan para protestar en contra del primer ministro, a quien incluso le dieron un ultimátum para que renuncie. Pashinián respondió que no dimitirá sin que antes se celebre una consulta popular al respecto.
El acuerdo sobre el cese de hostilidades fue extremadamente doloroso pero inevitable, admitió Pashinián a tiempo de resaltar que la firma de este documento también permitió evitar pérdidas aún mayores en Nagorno Karabaj para los armenios.
En tanto, la oposición en Armenia propone designar como primer ministro al ex jefe del Gobierno Vazgen Manukián.
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